Los ataques aéreos sirios y rusos han golpeado áreas del norte de Siria mientras el principal diplomático de Irán llegaba a Damasco en una muestra de apoyo al régimen de Bashar al-Assad después de que los insurgentes islamistas hicieran un avance repentino y tomaran el control de Alepo. Mientras el régimen intentaba repeler el desafío mayor a su autoridad en años, los medios estatales en Damasco compartieron imágenes de ataques aéreos en áreas controladas por la oposición, afirmando que estaban dirigidos contra centros de mando y posiciones enemigas. El ejército sirio dijo que atacaron cerca de un estadio en Alepo en una operación conjunta con Rusia.

Un ataque aéreo anterior mató a 12 personas cuando impactó cerca de un hospital en el centro de Alepo, la segunda ciudad de Siria y una antigua potencia industrial, que fue escenario de algunos de los combates más encarnizados de la sangrante guerra civil del país. Las fuerzas de defensa civil en Idlib, conocidas como los Cascos Blancos, dijeron que un ataque aéreo en la ciudad de Idlib había matado a cuatro personas e hirieron 54 más.

Irán y el apoyo a Siria

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ha dicho a los periodistas en Irán que el objetivo de su visita era transmitir la firmeza del apoyo de Teherán en Assad y en su gobierno. Araghchi se reunió con Assad para conversar en Damasco el domingo por la noche, y el presidente sirio apareció a la foto sonriente con el diplomático iraní. Assad ha dicho a Araghchi que enfrentar la repentina insurgencia "no solo beneficia Siria, sino también la estabilidad de toda la región", según un comunicado de la presidencia siria.

Araghchi ha destacado después de que Assad se mantenía "de ánimo admirable", a pesar de las difíciles circunstancias, según la agencia de noticias ISNA de Teherán. Los insurgentes creían que estaban aumentando, "pero se les hará frente", ha afirmado. Araghchi está previsto que llegue a la capital turca, Ankara, el lunes, mientras los aliados y opositores de Damasco se esfuerzan por adaptarse a las repentinas pérdidas de Assad en el norte de Siria. "Damos apoyo firmemente al ejército y al gobierno sirios", ha destacado Araghchi, según la agencia oficial de noticias IRNA.

Assad había sido notoriamente ausente de la vista pública durante varios días durante la ofensiva encabezado por militantes islamistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que arrasaron ciudades y pueblos del noroeste de Siria en menos de una semana antes de tomar el control de Alepo.

Assad y las gestiones con los aliados

El aturdido líder sirio reapareció el sábado por la noche para hacer una serie de llamadas a sus aliados regionales a Bagdad y Abu Dhabi, mientras las fuerzas leales a Damasco parecían estar preparando un contraataque. Assad dijo al presidente de los emiratos, Mohammad bin Zayed al-Nahyan, que el gobierno sirio era "capaz, con la ayuda de sus aliados y amigos", de repeler la repentina insurgencia.

Mientras los insurgentes avanzaban desde Alepo hacia el sur, en dirección a la ciudad de Hama, parecía que iba tomando forma un contraataque concertado por parte del ejército sirio. La agencia de noticias estatal de Damasco y los canales progubernamentales difundieron imágenes que pretendían mostrar la normalidad al interior de Hama, con civiles atravesando calles con tráfico y visitante mercados locales con montones de verduras en exposición, así como una visita guiada por las fuerzas policiales locales.

El régimen de Damasco ha sido dependiente durante mucho tiempo del apoyo extranjero, en particular durante la batalla del 2016 para recuperar el control de Alepo, en que el poder aéreo ruso resultó decisivo. El gobierno sirio también recibe ayuda a lo grande manera de las fuerzas iraníes sobre el terreno, incluidos miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní. Paralelamente, Israel ha aumentado rápidamente los ataques aéreos contra objetivos iraníes en Siria durante el año pasado, en medio de crecientes enfrentamientos regionales con Teherán y sus aliados.