La amenaza terrorista aumenta en Europa. Según el Índice de terrorismo Global elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP, en inglés), en el continente europeo hubo 67 atentados a lo largo de todo en el 2024, casi el doble que el año 2023. Es decir, en Europa se vivió 1,2 atentados a la semana. De entre todos los países europeos, donde más ha empeorado la situación ha sido en Alemania, que en los tres últimos meses ha registrado hasta tres atropellos masivos, y que subió hasta el lugar 17 del Índice.

El Índice también analiza a los autores de estos atentados y en el caso europeo se apunta que una de cada cinco personas detenidas por terrorismo es legalmente menor. Tanto en Europa como en buena parte de Occidente, el texto apunta que la mayoría de atentados son perpetrados por lo que se conoce como lobos solitarios.

Estos ataques "suelen ser perpetrados por jóvenes, a menudo adolescentes, sin vínculos formales con las organizaciones terroristas" que se han radicalizado a través de las redes sociales. Esta radicalización individual provoca que los atacantes tengan "ideologías personales que a menudo mezclan puntos de vista contradictorios", influenciados por el acceso a foros marginales, entornos de juego, aplicaciones de mensajería cifrada y el acceso a la web oscura. Al fin y al cabo dificultando que este tipo de ataques puedan ser rastreados por las agencias de inteligencia.

El estado del terrorismo en el mundo

Sacando el foco de Europa, el terrorismo por todo el mundo ha provocado menos víctimas mortales durante el 2024 que el año anterior. Sin embargo, los ataques terroristas se han extendido en más países, el número de países que sufrió un ataque terrorista aumentó en 66 en comparación con los 58 del 2023, cosa que invierte "casi una década de mejoras".

La organización terrorista más sanguinaria sigue siendo Estado Islámico (EI), responsable de 1.805 muertos en 22 países, seguida de Jamaat Nusrat Al Islam wal Muslimeen (JNIM) —franquicia de Al Qaeda que opera en África Occidental—, Terik-e-Taliban Pakistan (TTP) y Al-Shabaab —en África Oriental, que se atribuyeron hasta 4.204 muertes y aumentaron su presencia a 30 países en el 2024, uno más que el año anterior.

La región africana del Sahel es el epicentro de las actividades terroristas a escala mundial, con más de la mitad de las víctimas totales por terrorismo y con Burkina Faso como el país donde se produjeron una quinta parte de las muertes por este motivo en el planeta. Desde el 2019, las muertes por terrorismo en el Sahel se han multiplicado casi por diez, y en el 2024 representaron el 51% de los decesos por este motivo en todo el mundo.