El intento de asesinato del expresidente de los Estados Unidos y candidato del Partido Republicano a la reelección para los comicios de noviembre, Donald Trump, ha impactado de lleno la campaña electoral con unas consecuencias difíciles de prever. El atentado se da en un contexto de gran polarización en la sociedad norteamericana: una división profundizada por la misma figura de Trump, el estilo político discursivamente radical, beligerante y personalista del cual, junto con las cámaras de eco que lo magnifican todo de las redes sociales que tan bien ha instrumentalizado siempre su equipo, ha movilizado los sectores más conservadores del país —pro armas, alt-right (derecha alternativa), "antiwokes" y todo tipo de grupúsculos conspiranoicos a veces casi fanáticos— hasta cotas que parecían inimaginables. Prueba eso es el asalto al capitolio de los seguidores trumpistas que se negaban a aceptar la derrota a los comicios del 2020 que ganó al demócrata Joe Biden -Trump los considera "rehenes" injustamente encarcelados— o el ataque a su domicilio contra el marido de la histórica demócrata Nancy Pelosi, del cual Trump ha llegado a bromear.
En este contexto cae como un misil este intento de magnicidio y lleva al país hacia un muy delicado momento político y social. Biden ha dedicado buena parte de su campaña a cargar contra su rival, en el cual los demócratas —también figuras de gran relevancia como los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton— han asociado al caos, la mentira, la división y las posturas antidemocráticas. Incluso la han atribuido la intención de erigirse en dictador y ser una amenaza para la democracia. Ahora, la pregunta que el equipo de Biden se hace a puerta cerrada es cómo continuar la campaña y medir las críticas al rival en una situación tan crítica políticamente, según informa la prensa americana.
Biden y Trump piden "unidad"
Después del atentado, los dos candidatos, Biden y Trump, que han hablado entre ellos por teléfono de manera "breve y respetuosa", han hecho un llamamiento a la "unidad" y han condenado la violencia política. En una publicación en la red Truth Social Trump ha pedido "unidad" a los estadounidenses para "mostrado nuestro verdadero carácter" y evitar "que el mal gane". "Solo Dios ha impedido que haya pasado el impensable", ha empezado al exmandatario republicano, que acto seguido ha agradecido las palabras de apoyo que ha recibido y ha asegurado que "no hay nada que temer". "Seguiremos firmes en nuestra fe y desafiantes delante del rostro de la maldad", ha manifestado. "Realmente amo nuestro país y os quiero a todos, y espero poder hablar a nuestra gran nación desde Wisconsin", ha concluido.
Por su parte, Biden, que ha prometido una investigación independiente de los hechos y ha ordenado reforzar la seguridad de Trump, también ha hablado de "unidad" y ha instado a la ciudadanía a evitar conclusiones precipitadas sobre los hechos y dejar trabajar al FBI. El presidente norteamericano ha puesto énfasis a reclamar esta "unidad" a sus conciudadanos, "el objetivo más de difícil de conseguir" pero sobre el cual asegura que "nada es más importante ahora mismo". "Un intento de asesinato es contrario a todo lo que defendemos como nación", ha reiterado Biden, incidiendo en la condena de los hechos que también ha expresado toda la política institucional estadounidense, tanto republicanos como demócratas.
Polarización e insinuaciones republicanas
Aun así, la polarización no desaparece y ya se ha manifestado a través de varios republicanos destacados, que en algunos casos atribuyen el atentado a la retórica antitrumpista de los demócratas. El senador J.D. Vance, uno de los candidatos a vicepresidente si Trump gana, ha asegurado que el atentado "no ha sido un incidente aislado" y ha insinuado que las críticas de Biden lo habrían propiciado: "La premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario que tiene que ser detenido cueste lo que cueste. Esta retórica condujo directamente al intento de asesinato del presidente Trump", ha tuiteado. Por su parte, otro senador republicano, Tim Scott, ha llegado a afirmar que el episodio "ha sido ayudado e instigado por la izquierda radical y los medios corporativos". "Todos los estadounidenses tendrían que estar indignados con Joe Biden para incitar la violencia contra Donald Trump", ha dicho el congresista Keith Self. Por otra parte, senadores demócratas han instado a bajar el tono del debate político y revisar qué se dice a las redes. Uno próximo a Biden, Chris Coons, ha pedido "reflexionar sobre qué somos como nación y qué queremos ser".