El destino ha querido que sólo 11 días después de que las tropas norteamericanas abandonaran definitivamente Afganistán se cumplan 20 años de los atentados yihadistas del 11-S, los cuales precipitaron la invasión de este país y una guerra que se ha alargado durante dos décadas.

Los atentados marcaron el inicio del siglo XXI y se concretaron en el secuestro de cuatro aviones comerciales -los dos que impactaron contra las Torres Gemelas, el que chocó contra el Pentágono y un cuarto que tenía como objetivo el Capitolio y que acabó estrellándose en un campo próximo a Shanksville (Pensilvania)- y son considerados los ataques más importantes que nunca han tenido lugar en los Estados Unidos.

Las Torres Gemelas desaparecen de la 'skyline' de Nueva York / Foto: Wally Gobetz

Y es que por más inverosímil que pueda parecer, 20 años después todavía hay muchas incógnitas o, cuanto menos, elementos pocos claros que ponen en duda qué pasó realmente aquel día. Algunas de estas lagunas han facilitado la aparición de teorías conspiracionistas de diversa intensidad que tratan de desmentir la versión oficial de los hechos, la cual fue establecida en la Comisión del 11-S.

Para más inri, el codirector de la Comisión, Lee Hamilton, sostuvo públicamente que esta "había sido montada para fracasar", cosa que dio alas a las teorías de la conspiración, las cuales son apoyadas por varias organizaciones que no se creen la versión oficial de los hechos. ¿Pero cuáles son estos elementos que han sembrado tantas dudas?

¿Qué chocó contra el Pentágono?

Más allá de la clásica imagen que nos viene a todos a la mente sobre los aviones estrellándose contra las Torres Gemelas , un tercer avión, el vuelo 77 de American Airlines, chocó contra el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

El caso es que las únicas imágenes que se tienen sobre el atentado es un vídeo de baja calidad publicado por el gobierno norteamericano en que no se aprecia bien qué es lo que impactó contra el edificio. Además, después del impacto no se encontraron restos del choque como charcos de combustible o restos de cuerpos o equipajes. Tampoco restos del aparato como las alas.

Según las autoridades, esto es porque el ejército desintegró el avión con un misil para evitar un desastre mayor. Sin embargo, todos los pasajeros del avión, 77, y 124 personas que estaban en el Pentágono murieron.

Imagen captada momentos después del impacto en el Pentágono / Foto: Departamento de Defensa de los Estados Unidos

Estas lagunas han provocado que hayan surgido algunas teorías conspiracionistas que aseguran que lo que realmente impactó contra el Pentágono fue un misil lanzado por el mismo ejército norteamericano.

Algunos de los motivos que alegan para defender esta idea es que no es posible que ningún sistema de defensa del Pentágono no interceptara antes el avión, o que es imposible que el avión realizara un giro de unos 330 grados a 550 km/h, tal y como quedó establecido en el informe de la Comisión. Otros elementos que han promovido teorías conspiracionistas ha sido el de un testigo que aseguró haber visto un misil en la zona antes de los atentados o las trabas que durante años puso el FBI para hacer públicos más vídeos del impacto en los cuales tampoco se puede apreciar el avión.

El atentado contra las Torres Gemelas

El ataque a las Torres Gemelas es el más famoso y conocido de los atentados del 11-S. Y aunque parezca muy claro todo lo que pasó, todavía hay respuestas que no han convencido a una buena parte de la sociedad norteamericana.

La primera de todas es la que responde a por qué no se interceptaron los aviones que chocaron con los rascacielos igual que se hizo con el del Pentágono. La versión oficial es que el sistema de localización de los aviones fue hackeado y nadie pudo darse cuenta de la trayectoria de los aviones hasta el momento del impacto.

El otro gran elemento que muchos utilizan para poner en duda la versión oficial de los hechos es que las Torres se derrumbaran tan rápido; la primera cayó 56 minutos después del impacto y la segunda tardó 102. Los teóricos de la conspiración siempre han cuestionado que el choque de los aviones hiciera caer el edificio y han llegado a citar uno de sus arquitectos, quien aseguró que las torres estaban a prueba de choque de cualquier avión. Sin embargo, Aaron Swirsky, otro de los arquitectos, corrigió que en ningún caso se había previsto por parte de ningún ingeniero un acontecimiento como aquel.

Así pues, hay quien cree que las torres no cayeron por el impacto de las dos aeronaves, sino por unas explosiones en las bases de las torres que habrían sido provocadas expresamente por el gobierno norteamericano. Los que expresan esta teoría se sustentan en los testigos de algunos bomberos y supervivientes que aseguraron haber sentido explosiones después del choque de los aviones, e incluso antes.

La tercera torre que cayó

Las Torres Gemelas no fueron los únicos edificios que se hundieron a raíz de los atentados, también lo hizo la Torre 7 del World Trade Center, situada al lado. El edificio cayó sin que nada chocara contra él. La versión oficial asegura que el edificio cayó por la ola expansiva de la caída de las Torres Gemelas.

La Torre 7 del World Trade Center, en llamas después del impacto en las Torres Gemelas / Foto: Prints and Photographs Division. Library of Congress

Sin embargo, los detractores de esta versión oficial aseguran que esto no es posible y que el edificio también fue derribado por las autoridades expresamente porque allí había el bunker del mando que habría hecho caer las Torres Gemelas. Entre estos teóricos está Andreas von Bülow, diputado alemán del Partido Socialdemócrata que llegó a ser secretario de Defensa.

¿Qué pasó con el cuarto avión?

Los teóricos de la conspiración también cuestionan el relato oficial sobre lo que pasó con el cuarto avión, que tenía como objetivo el Capitolio y acabó estrellándose en un campo próximo a Shanksville (Pensilvania).

Y es que la misma versión oficial de las autoridades cambió, ya que primero se aseguró que el avión había sido abatido por dos cazas. Posteriormente esto se negó y se alegó que la tripulación se había rebelado contra el secuestro del avión y habría empezado una lucha que habría acabado con su caída.

Esta teoría, sin embargo, no implica necesariamente que los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueran obra del gobierno. La polémica radicaría pues en el intento de la administración Bush de enajenarse la responsabilidad de la muerte de las 40 víctimas inocentes que perdieron la vida en el accidente.

La cuestión de fondo

Como se puede ver, todas las teorías que tratan de desmentir la versión oficial de la Comisión apuntan hacia una misma dirección: que los atentados habrían sido perpetrados por los mismos Estados Unidos. Hay quien cree que fue hecho por las mismas autoridades, otros que dejaron que pasara. A esto se le suma el hecho que el líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, negó ser autor de los atentados y no lo reconoció hasta tres años después.

Comparecencia de Geroge Bush en la cual declara la guerra "al terror" / Foto: Eric Draper

¿Pero por qué motivo el gobierno norteamericano tendría que estar detrás de unos ataques que acabaron con la vida de 2.996 personas, la inmensa mayoría ciudadanos suyos? Para hacer lo que pasó exactamente después, dicen los conspiracionistas, invadir Afganistán e Iraq. Sobre este último país, nunca se lo pudo relacionar con los ataques pero durante mucho tiempo la administración de George Bush insistió en su implicación para desplegar tropas y acabar con el régimen de Saddam Hussein.

Un grupo más minoritario asegura que los atentados del 11-S que provocó la guerra de Afganistán se explica en realidad por la competencia entre los Estados Unidos y la China de construir oleoductos desde la zona del Cáucaso hasta sus respectivos territorios, donde el paso por este país era inevitable. Curiosamente, con la llegada de los talibanes al poder y la marcha de las tropas norteamericanas, China tiene muchos números para ser uno de los primeros socios del nuevo régimen, como ellos mismos reconocen.

 

Imagen principal: Incendio provocado en la torre norte después del impacto del avión / Foto: Robert (Flickr)