En el 2016 el Reino Unido votó a favor de abandonar la Unión Europea a consecuencia de la campaña del populista Nigel Farage, entonces el frente de UKIP. Después llegó la victoria de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Ahora, en pleno 2024, unos años después, la extrema derecha ha roto el cordón sanitario que todos juntos habían prefabricado hasta ahora y ha entrado con fuerza en el Parlamento Europeo. Muchos de ellos, comparten el nacionalismo populista de Farage, hostilidad hacia las políticas migratorias, temas económicos y la constante lucha contra las élites gubernamentales.
Los paralelismos entre las elecciones de los EE.UU. y las europeas
Las elecciones de los Estados Unidos son muy diferentes de las elecciones europeas claro está, pero todavía se podrían ver algunos paralelismos. A pesar de todo, el presidente Joe Biden tendría que estar preocupado. La última campaña en Europa puso a prueba con éxito un mensaje que mezcla un potente cóctel político: la ira pública, por lo cual se percibe como una migración fuera de control, el dolor de los votantes que enfrentan precios altos y el coste para las personas de luchar contra el cambio climático. Trump está abordando con fuerza estos temas a los estados disputados que decidirán la carrera por la Casa Blanca.
Otra lección de las elecciones europeas es que en una era de inflación los gobernantes son vulnerables a un electorado descontento. Cuando Biden llegue a la cumbre del G7 en Italia esta semana, se unirá a un cuarteto de cuatro líderes occidentales afectados por las elecciones europeas. El presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz están dolidos por su reprimenda a las elecciones europeas que premiaron los partidos de extrema derecha que se hacen eco del oscuro pasado del continente. Tal como recoge la CNN, los bajos índices de aprobación del primer ministro canadiense Justin Trudeau significan que ni siquiera podría llevar su Partido Liberal a las elecciones previstas para finales del año que viene. Se espera que el primer ministro británico, Rishi Sunak, sea eliminado a las elecciones generales del próximo mes después de 14 años de gobierno conservador. Irónicamente, el líder europeo más seguro en el G7 será Giorgia Meloni, la primera ministra de derecha de Italia, un país conocido para prescindir de líderes a un ritmo frenético. El partido de Meloni obtuvo una gran victoria durante el fin de semana, convirtiéndola en una de las líderes más poderosas en el otro lado del Atlántico.
La gracia salvadora para Biden podría ser que las elecciones norteamericanas no sean un enfrentamiento tradicional entre un insurgente externo y un presidente en ejercicio impopular. Trump está, en muchos sentidos, un titular que cuenta con un controvertido legado en la Casa Blanca y carga con un pesado bagaje político como expresidente dos veces acusado y condenado. Y el nacionalismo populista no está aumentando en todas partes. Biden lideró una campaña electoral contra el lema de "Hacer que los Estados Unidos vuelvan a ser grandes" en el Partido Republicano en el 2022. Polonia acaba de rechazar ocho años de gobierno populista inspirado Trump. Un retorno al poder del Partido Laborista en el Reino Unido el mes que viene contrarrestaría también la tendencia de ascenso de los partidos de derecha.
Macron y su estrategia: cómo hacer frente a Le Pen
Macron reaccionó al surgimiento del partido de extrema derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen con una táctica audaz que sorprendió a los comentaristas que miraban su discurso postelectoral en los estudios de televisión. Disolvió el Parlamento y convocó nuevas elecciones. Agrupación Nacional es una evolución del ultraderechista Frente Nacional antiinmigrante, que nunca ha conseguido navegar por el sistema electoral de dos vueltas del país para ganar la presidencia. Le Pen ahora ha moderado algunas políticas para atraer a un grupo más amplio de votantes.
El presidente francés dijo a los votantes que su apuesta se basaba en la confianza "en la capacidad del pueblo francés de tomar la decisión más justa para ellos y para las generaciones futuras". Implícitamente, está suplicando a los votantes que salven los valores fundamentales de su país, presentando su anuncio como un acto de "confianza a nuestra democracia". Uno hecho parecido, tal como apunta la CNN, a la advertencia que se está haciendo y que la democracia norteamericana está en grave peligro y necesita ser salvada por los votantes, que Biden expresó al lado de Macron la semana pasada durante las conmemoraciones del 80.º aniversario del desembarque de Normandía del Día D.
Es por eso que la Casa Blanca seguirá los resultados de las elecciones francesas del 30 de junio, en la primera vuelta, y el 7 de julio, incluso más de cerca que las elecciones de la UE del domingo.