El cambio climático hace tiempo que se ha convertido en una amenaza. Y también en un generador de dudas. Como por ejemplo, cuánto tardarán las ciudades de la costa a ser engullidas por el mar. Un equipo de científicos de la NASA está desarrollando una serie de robots submarinos autónomos que tendrán capacidad de ir hasta donde los humanos no pueden: a las profundidades de las gigantescas plataformas de hielo de la Antártida. La tarea de los robots es comprender mejor la velocidad con que se está fundiendo el hielo y la rapidez con que eso podría causar un aumento catastrófico del nivel del mar, según detalla un artículo de la CNN.

En marzo, científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA bajaron un robot cilíndrico a las gélidas aguas del mar de Beaufort, en el norte de Alaska, para recopilar datos a 30 metros de profundidad. Fue el primer paso del proyecto "IceNode". El objetivo final es liberar una flota de estos robots en la Antártida, que se acoplarán al hielo y capturarán datos durante largos periodos en uno de los lugares más inaccesibles de la Tierra. Los científicos tienen una gran necesidad urgente de comprender mejor este continente remoto y aislado, porque según dicen, lo que pasa aquí tiene implicaciones globales.

El hielo se funde de manera alarmante

Una serie de investigaciones recientes sugieren que el hielo de la Antártida podría estar fundiéndose de maneras alarmantes, un hecho que significa que el pronóstico de aumento del nivel del mar podría estar muy subestimado. Si la capa de hielo de la Antártida se fundiera del todo, causaría un aumento del nivel del mar global en torno a 60 metros, según detalla la CNN, y eso significa que podría llegar una catástrofe total para las comunidades y ciudades de la costa.

Los científicos están particularmente interesados en entender qué está pasando con las plataformas de hielo en la Antártida, enormes placas de hielo flotante que sobresalen hacia el océano y son una defensa importante contra el aumento del nivel del mar, actuando como un corcho para contener los glaciares a la tierra. La "línea de base" —el punto en que el glaciar se eleva y se convierte en una plataforma de hielo— es donde se puede estar produciendo la fundición más rápida, a medida que el agua cálida del océano corroe el hielo desde abajo. Pero obtener una visión detallada del paisaje antártico ha estado excepcionalmente difícil, tal y como destaca.

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¿Qué quiere hacer la NASA?

El plan de la NASA, recoge la cadena norteamericana, es liberar unos 10 robots IceNode, cada uno de unos 2,5 metros de largo y 25 centímetros de diámetro, al agua desde un pozo en el hielo o desde un barco ante la costa. No tienen propulsión, pero se desplazarán por las corrientes oceánicas, dirigidas por un software especial, hasta el destino antártico, donde activarán el "tren de aterrizaje", tres patas que se extienden y se adhieren al hielo. Una vez instalados, sus sensores monitorearán como de rápido el agua más cálida y salada del océano, está fundiendo el hielo y como de rápido se hunde. En este sentido, la flota podría operar hasta un año, capturando datos a lo largo de las estaciones, ha dicho a la NASA y recoge el artículo.

Una vez hayan acabado de monitorear, los robots se desprenderán del hielo, se desplazarán hasta la superficie del océano y transmitirán datos vía satélite. Estos datos pueden ser utilizados después en modelos informáticos para mejorar la precisión de las proyecciones del aumento del nivel del mar.