Australia celebrará el próximo 14 de octubre un referéndum histórico. Más de 17,5 millones de ciudadanos irán a las urnas para votar a favor o en contra de impulsar una reforma de la Constitución para reconocer a los pueblos aborígenes. "Aquel día, todos los australianos tendrán una oportunidad única de unir a nuestro país", ha afirmado este miércoles al primer ministro de Australia, Anthony Albanese, en el anuncio sobre la consulta. En concreto, el reconocimiento a los indígenas se haría a través de la creación de un órgano consultivo permanente, 'La Voz', para que los aborígenes participen en la toma de decisiones.

En concreto, los australianos mayores de 18 años tendrán que contestar la siguiente pregunta con un 'sí' o un 'no': "Propuesta de ley: modificar la Constitución para reconocer los primeros pueblos de Australia mediante el establecimiento de una voz de los aborígenes y de las islas del estrecho de Torres. ¿Apruebas esta modificación?" Para que la propuesta del referéndum salga adelante, el 'sí' tiene que obtener el apoyo mayoritario entre los ciudadanos, y en al menos cuatro de los seis estados. En caso de aprobarse, sería el primer referéndum en 50 años en el país que es aprobado, ya que la última consulta que recibió un apoyo mayoritario para el 'sí' fue en 1977, mientras que la última que se celebró fue en 1999, cuando los australianos dijeron 'no' a convertirse en una república.

Jakirah Telfer, una joven bailarina aborigen que reivindica los derechos de su pueblo. Foto: Europa Press

Posiciones enfrentadas en Australia: reconciliación o inmovilismo

La cuestión ha provocado un intenso debate en Australia que escenifican los dos grandes partidos del país con posturas opuestas. Por una parte, el Partido Laborista, encabezado por el primer ministro, hace campaña por el 'sí' argumentando que el país tiene una deuda histórica con los pueblos aborígenes, masacrados durante la colonización británica y discriminados posteriormente por las instituciones y la sociedad. Así, se busca iniciar el camino de la reconciliación con estos pueblos, que habitan el territorio australiano desde hace 65.000 años y que actualmente representan al 3,8% de los más de 26 millones de habitantes del país.

"La Voz será una forma práctica para que los aborígenes aborden cuestiones que les afectan para conseguir lo que cualquier otro australiano quiere para sus hijos: que estén sanos, que les vaya bien en la escuela, que encuentren un trabajo que les guste, que estén seguros y que tengan una vida plena", ha defendido Albanese en un gran acto de campaña por el 'sí' al que han asistido unas 400 personas. Por el contrario, el primer ministro ha apuntado que "votar por el 'no' supone que nada cambie". Con todo, las encuestas apuntan que el 'sí' solo conseguiría un 46% de los apoyos y ganaría en los estados de Victoria y Tasmania.

El 'sí' obtendría un apoyo del 46% de la población australiana, según las encuestas. Foto: Europa Press

Por otra parte, entre los defensores del 'no' se encuentra el líder del Partido Liberal, Petter Dutton, que ve innecesaria la creación de este organismo y, en cambio, propone hacer un reconocimiento "simbólico" a los aborígenes en el preámbulo de la Constitución. El político conservador ha acusado al gobierno de dividir el país con la propuesta y de ignorar las preocupaciones reales de la población. Sin embargo, como partidarios del no también hay algunos senadores aborígenes, como la liberal Jacinta Nampijinpa Price, que ha argumentado que el nuevo mecanismo podría retrasar las decisiones legislativas en el país y que además supondría un tratamiento diferenciado para una parte de los ciudadanos. También, la senadora Linda Thorpe se ha posicionado en contra, pero porque considera que con esta propuesta no es suficiente y reclama el reconocimiento de la soberanía de los aborígenes.

¿Cómo funcionaría 'La Voz', el órgano para dar voz a los aborígenes?

La propuesta de creación de 'La Voz' surge de la Declaración Uluru desde el Corazón, un documento de 2017 elaborado por centenares de líderes aborígenes que reclama la implementación de reformas estructurales para cerrar la brecha existente entre los australianos no aborígenes y los aborígenes. El primer paso dentro de este manifiesto es la creación de 'La Voz', un organismo consultivo sin poderes vinculantes que conformarían miembros escogidos por las comunidades indígenas y cuyo objetivo sería asesorar al gobierno y al Parlamento en la aprobación de leyes relacionadas con sus pueblos. En definitiva, sería una forma de defender los intereses indígenas desde las instituciones. En caso de que gane el sí, el nuevo organismo se incluiría en un nuevo capítulo de la Constitución bajo el título "Reconciliación con los Pueblos Aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres".