Un avión con 61 personas a bordo se ha estrellado sobre una zona residencial en el municipio de Vinhedo, en el estado de São Paulo (Brasil). Las autoridades han informado de que no hay supervivientes entre los 57 pasajeros y los cuatro miembros de la tripulación que viajaban a bordo de la aeronave. El aparato, de la aerolínea Voepass, ha caído en vertical, girando sobre sí mismo, hasta estrellarse en una zona plagada de vegetación dentro de una urbanización residencial, muy cerca de una vivienda. En un primer momento, se ha pensado que había 62 personas viajando con la nave, pero la aerolínea ha confirmado que eran 61 personas.
El aparato, un bimotor de modelo ATR-72-500, hacía el trayecto entre la ciudad de Cascavel y São Paulo y se accidentó poco antes de las 13.25 hora local, cuando le quedaban unos 80 kilómetros para llegar al aeropuerto de Guarulhos. El avión volaba cerca de 3.500 metros de altitud y se desplomó durante un minuto hasta impactar con el suelo, según datos de la web especializada Flightradar. El coronel Cássio d'Araújo de Freitas, de la Policía Militarizada de São Paulo, ha declarado que en el suelo no ha habido ninguna víctima por el hecho de que el avión ha caído en "una zona vacía" dentro del condominio Recanto Florido, una urbanización de alto nivel económico.
El accidente ha desencadenado un incendio que ya ha sido apagado, aunque los bomberos seguían trabajando horas después en el enfriamiento del fuselaje. El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) y la Policía Federal han abierto investigaciones para averiguar las causas del accidente. Los investigadores ya han localizado las cajas negras del aparato, según informó el Cenipa. El accidente ha quedado registrado a través de los móviles de los presentes en que han compartido vídeo en la red de la impactante caída de la nave.
Pocos minutos después de conocerse la noticia, el presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha lamentado los hechos y ha pedido un minuto de silencio en homenaje a las víctimas. El mandatario brasileño supo del accidente cuando se disponía a pronunciar un discurso en un acontecimiento al municipio de Itajai, en el estado de Santa Catarina. "Tengo que ser portador de una noticia muy mala y quiero pedir a todos que se pongan derechos para hacer un minuto de silencio porque acaba de caer un avión a la ciudad de Vinhedo, en São Paulo, con 58 pasajeros y 4 tripulantes y parece que todos han muerto", ha afirmado Lula a los asistentes.
Este es el accidente aéreo más grave ocurrido en suelo brasileño desde el 2007, cuando un vuelo de la aerolínea TAM se estrelló contra un almacén, al salir de la pista al aeropuerto de Congonhas de São Paulo, dejando 199 muertos.