En abril del 2005, un grupo de narcotraficantes australianos fueron detenidos por las autoridades de Indonesia al intentar huir con 8,3 kg de heroína, una cantidad valorada en cuatro millones de dólares. La situación ha sido durante muchos años un tema de discusión entre los gobiernos de Yakarta y Canberra, ya que este último siempre ha abogado por el retorno de los 'Bali Nine'. Casi dos décadas más tarde, los cinco miembros restantes de la banda han vuelto a casa y han puesto fin a 19 años de prisión por tráfico de drogas.

De los nueve narcotraficantes originales, cuatro fueron detenidos en el aeropuerto internacional de Denpasar con más de ocho kilos de heroína atados al cuerpo, mientras que cuatro más fueron encontrados en un hotel de la isla de Kuta, en Bali. El noveno fue detenido después de infiltrarse en un avión con destino a Sydney. A partir de aquel momento, la situación de los 'Bali Nine' desencadenó una disputa diplomática que hizo empeorar las relaciones entre el gobierno de Australia y el país asiático.

Indonesia ejecutó los dos cabezas del grupo, Andrew Chan y Myuran Sukumaran, en 2015, cosa que llevó al entonces primer ministro australiano, Tony Abbott, a calificar el estado de las relaciones como "un momento oscuro". Seis narcotraficantes más fueron condenados a cadena perpetua, aunque la única integrante femenina del grupo, Renae Lawrence, fue puesta en libertad en 2018 por buena conducta, después de cumplir 13 años de su condena. Otro miembro, Tan Duc Thanh Nguyen, murió de cáncer de riñón en el 2018, mientras estaba detenido.

La noticia sobre la liberación de los cinco retenidos restantes ha instado al primer ministro australiano, Anthony Albanese, a pronunciarse en la red social X: "Me complace confirmar que los ciudadanos australianos Si Yi Chen, Michael Czugaj, Matthew Norman, Scott Rush y Martin Stephens han vuelto esta tarde a Australia".

El mes pasado, Albanese planteó el traspaso de los presos al presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, en el marco de la Cumbre del APEC en el Perú. Poco después, el ministro de Justicia indonesio confirmó el acuerdo para hacer volver a los detenidos. El mandatario australiano ha dado las gracias a Subianto "por su compasión".

El caso de los 'Bali Nine' puso de relieve las estrictas leyes sobre el tráfico de drogas en Indonesia, donde varios extranjeros están actualmente detenidos por cargos similares. En este sentido, después de un periodo de cinco años de abolición, la pena de muerte para este tipo de delitos se reanudó en el 2013. Los llamamientos de Canberra para una conmutación de las sentencias fueron ignorados durante años, provocante duras críticas desde Australia.