La Casa Blanca ha vuelto, por un momento, al 2016. Entonces, todavía quedaban 4 años para que estallara la covid, la presidencia de Donald Trump parecía para el resto del mundo una broma de mal gusto, aunque aquel mismo año ganó las elecciones; el asalto al Capitolio de los seguidores ultras del magnate era inimaginable y Volodímir Zelenski todavía era solamente un actor ucraniano. Además, sin embargo, a quien mandaba en la Casa Blanca en el 2016 era Barack Obama y quien ahora preside los Estados Unidos, Joe Biden, era su fiel vicepresidente. En la que es su primera vista desde el 20 de enero de 2017, cuando Donald Trump asumió la presidencia, en la Casa Blanca, ya que el demócrata intentó mantenerse tan lejos como le fue posible de su sucesor, Obama ha aprovechado para celebrar los 12 años desde que se aprobó la Ley de Asistencia Sanitaria, conocida como el plan Obamacare. En el marco de la visita del expresidente, Biden ha firmado un decreto para intentar ampliar la cobertura sanitaria y reducir los gastos de los seguros. Más allá, sin embargo, de estas gestiones, el retorno de Obama a la que fue su casa durante ocho años ha dejado momentos simpáticos, en la línea de su personaje. Por eso, la sala ha estallado a reír cuando el demócrata ha tenido un flashback y se ha referido a Biden como expresidente.

 

"Muchas gracias, vicepresidente Biden, vicepresidenta...", Obama no pudo acabar de dar las gracias a la actual y verdadera vicepresidenta Kamala Harris, ya que su lapsus provocó ayer noche que los asistentes al acto estallaran de risa, también los dos políticos. Obama que se da cuenta del error muy rápidamente, se disculpa asegurando que "era una broma" y se acerca a Biden para darle la mano y un abrazo, mientras Harris se parte detrás suyo y aplaude. Obama, con el desparpajo que lo caracteriza, vuelve a bromear y se excusa diciendo que "todo estaba preparado". Cinco años después, no ha perdido la práctica.

Vuelven las teorías conspiranoicas

Como no podía ser de otra manera, las redes han explotado ante este simpático patinazo de Obama. El abogado Ron Filipkowski ha propuesto a Twitter la intención de que se esconde detrás de este comentario: incendiar las teorías conspiranoicas de los simpatizantes de Trump que proclaman que Obama es quien maneja el gobierno de los Estados Unidos. Como a menudo la realidad supera la ficción, Filipkowski ha constatado que tenía razón: la política republicana Monica Crowley tuiteaba que, con este comentario, "el régimen admite que este es el tercer mandato de Obama".

Biden, ignorado por los suyos

El acto fue seguido con mucha expectación y contó con la asistencia de otros importantes políticos norteamericanos, como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Con todo, más que un encuentro para celebrar los 12 años del Obamacare y la ampliación del programa, con la intención de incluir a 200.000 personas más en su protección, ha sido una fiesta para celebrar el retorno de Obama. Este no ha parado de hacer bromas  en ningún momento, ya las hacía cuando era presidente y ahora todavía más. Por ejemplo, entre los cambios que dice haber notado desde la última vez, destaca que Biden ha obligado a todo el servicio secreto a llevar gafas de sol de tipo aviador, que son características del actual comander in chief.

Ha sido él el protagonista indiscutible de la jornada y eso ha hecho que Biden se haya visto relegado a un inevitable segundo plano. Todo se ha hecho todavía más evidente, cuando, terminados los discursos, todo el público se ha levantado para poder conversar con Obama mientras que el presidente vagaba por la sala sin nadie con quien hablar en otras de las imágenes del día. Aunque ahora ha sido Obama quien se ha equivocado, hace solamente unas semanas que Biden protagonizó una situación similar, al referirse a Kamala Harris como su mujer, la primera dama, en lugar de como vicepresidenta.