La BBC ha reaccionado rápidamente a la aprobación este viernes en el Parlamento ruso del proyecto de ley que prevé multas y penas de prisión contra la difusión de informaciones falsas contra sus fuerzas armadas. Esta medida se activa en plena ofensiva contra Ucrania, y mientras el Kremlin asegura que su acción en aquel país es una "operación militar especial" y no una guerra. Después de denunciar que esta norma se propone criminalizar el periodismo independiente, la corporación británica ha anunciado que ha decidido suspender temporalmente a sus periodistas y al personal de apoyo a Moscú. "No nos dejan otra opción", ha advertido el director general, Tim Davie, que ha explicado que el servicio de noticias de la BBC en ruso seguirá funcionando pero desde fuera de Rusia.
"La seguridad de nuestro personal es primordial y no estamos preparados a exponerles en persecución criminal sencillamente por hacer su trabajo", ha advertido. Davie ha insistido en el compromiso de la BBC de mantener información rigurosa e independiente a disposición de las audiencias de todo el mundo, después de que la página web de la cadena ha batido records en su edición en ruso desde el estallido de la ofensiva bélica.
El director de informativos ha explicado que han adoptado esta decisión por una doble responsabilidad, por un lado con la seguridad de los trabajadores y por otro con la audiencia y el compromiso de informar con libertad y rigor. "Las dos cosas son incompatibles en estos momentos", ha advertido.
El proyecto aprobado por la Duma contempla penas de prisión que van de los tres años hasta los 15, en el caso de las sentencias máximas, "por la difusión deliberadamente falsa de información" sobre las actividades del ejército ruso "durante el cumplimiento de sus funciones para proteger a los ciudadanos y al Estado".
Este jueves, ante la amenaza de que la Duma aprobara esta ley, una de las últimas emisoras independientes de Rusia, Dozhd, cerró también sus emisiones después de once años. En un emotivo mensaje, la directora general Natalia Sindeeva despidió a los teleespectadores en la que asegura que ha sido "la decisión más difícil" de sus vidas, mientras la emisora anunciaba que los periodistas habían huido de Rusia. "Una vez esta ley entre en vigor mañana, no será posible hacer nuestro trabajo", argumentó la directora, que aseguró que se trataba de una medida temporal. La última imagen del canal ha sido la del equipo de periodistas marchándose del plató entre lágrimas.