Intercambio de acusaciones por la turbina Siemens del gasoducto ruso. Después de que la gasística rusa Gazprom acusara a la compañía alemana de bloquear el flujo de gas por una turbina del conducto que necesitaba reparaciones, Berlín ha asegurado este miércoles que eso no es exactamente así. El gobierno de Alemania ha rechazado el argumento de Moscú sobre una supuesta falta de documentos para efectuar el envío del motor que se ha reparado en el Canadá, asegurando que la turbina "no se ve afectada por el régimen de sanciones" contra el régimen de Vladímir Putin por la invasión de Ucrania. Así lo ha explicado Wolfgang Büchner, un portavoz del Ejecutivo, en una rueda de prensa en Berlín, donde ha detallado que si bien "la podemos enviar en cualquier momento", son los rusos los que no indican donde lo tienen que hacer llegar y lo utilizan de excusa para restringir el gas que envían a Europa.
No hacen falta documentos, solamente logística
La turbina "no se ve afectada por el régimen de sanciones," ha asegurado este miércoles Büchner, añadiendo que para hacerlo no es necesario expedir ningún documento específico para el transporte en Rusia, tal como argumentaba Gazprom. "La podemos entregar en cualquier momento", ha subrayado, repitiendo el mensaje que envió unas horas antes al canciller alemán, Olaf Scholz, al visitar el sitio donde se encuentra la turbina, en Mühlheim (oeste de Alemania). Gazprom asegura que es la falta del dispositivo la que motiva la reducción del flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream 1, mientras que el Gobierno alemán considera que eso no es más que una excusa. No obstante, Berlín asegura que seguirá insistiendo en entregar la turbina y dejar en evidencia que se trata de una decisión política por parte del Kremlin.
Según Büchner, Berlín está ahora a la espera de conocer el lugar exacto en el cual tiene que efectuar la entrega, unas informaciones que tiene que proporcionar la parte rusa. "Es un dispositivo que pesa 18 toneladas, similar a la turbina de un Boeing 777," ha explicado Büchner, y ha añadido que por eso es necesario planificar con cuidado el transporte y poder garantizar su seguridad. En el pasado, estas turbinas eran trasladadas de manera rutinaria de Rusia al Canadá por vía aérea, para que se realizaran allí las labores de mantenimiento, y después se devolvían por la misma ruta en Moscú. "Ahora el transporte aéreo no es posible y necesitamos otro procedimiento", ha resumido el portavoz. A lo largo del mes de junio, Gazprom redujo el suministro a través del gasoducto a un 40% de su capacidad, aduciendo la falta de la turbina. El mes pasado, cuando Nord Stream 1 reanudó su funcionamiento después de una pausa técnica de diez días, lo hizo solo a un 20% del volumen habitual, hecho que Moscú justificó una vez más por "problemas técnicos".