La escalada del conflicto en el Oriente Próximo preocupa dentro y fuera de la región y las últimas declaraciones del presidente de los Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, solo han disparado más alarmas. El demócrata ha afirmado que está dialogando con Israel sobre la posibilidad de atacar las instalaciones petroleras de Irán, en represalia por el ataque que Teherán lanzó este martes cerca 200 misiles sobre territorio israelí. Estas declaraciones han sacudido un mercado del petróleo ya inestable después de meses de conflicto en la región.
Biden hizo estas declaraciones a la prensa en el jardín sur de la Casa Blanca, antes de subir al helicóptero Marine One para viajar a Florida y Georgia e inspeccionar los daños causados por el huracán Helene. Entre el ensordecedor ruido de las hélices del helicóptero, un periodista pregunta: "¿Usted apoyará que Israel ataque las instalaciones petroleras de Irán?". Biden: "Estamos discutiendo eso. Pienso que sería un poco... De todos modos, hoy no pasará nada".
President Biden was asked about Israel striking Iran's oil facilities this morning. He said:
— unusual_whales (@unusual_whales) October 3, 2024
"We're discussing that. I think that would be a little ... anyway … Nothing will happen today." pic.twitter.com/6AV2fxKHf4
Anteriormente, Biden ha estado más tajante afirmando que no apoyarán un ataque las instalaciones nucleares de Irán. Sin embargo, el demócrata ha querido remarcar que los Estados Unidos no "permite" en Israel hacer nada, sino que se limita a dar consejo a su mayor aliado en la zona. "En primer lugar, nosotros no permitimos nada en Israel. Aconsejamos en Israel", ha subrayado.
Tensión en la región
Estos ataques de Irán contra Israel fueron los primeros desde abril, cuando Irán atacó con misiles y drones dos bases aéreas israelíes en el Negev y consiguió puntos del territorio ocupado de los Altos del Golán, aunque Israel, los Estados Unidos o países árabes sobre los cuales sobrevolaron consiguieron interceptar la mayoría de proyectiles.
La ofensiva del martes tuvo lugar en pleno aumento de la tensión en la región después de que el lunes Israel anunciara el envío de tropas en el sur del Líbano para desmantelar infraestructura del grupo chií libanés Hizbulá, cosa que llega después de más de una semana de intensos bombardeos israelíes contra el sur y el este del país. Estos bombardeos israelíes ya han dejado casi 2.000 muertos y un millón de desplazados, según las autoridades libanesas.