El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ordenado a la directora del Servicio Secreto, Kim Cheatle, que revise y aumente las medidas de seguridad actuales de la Convención Nacional del Partido Republicano que empieza mañana en Wisconsin y al cual el expresidente Donald Trump tiene previsto asistir a pesar del intento de asesinato que ha sufrido este sábado en Pensilvania. Biden lo ha explicado este domingo en una comparecencia ante la prensa desde la Roosevelt Room de la Casa Blanca, en la cual el mandatario también ha anunciado una investigación independiente sobre los hechos y el dispositivo de seguridad desplegado en el mitin de Trump en el cual este ha resultado herido leve por un tiro en la oreja y donde ha muerto un asistente.
Biden también ha instado a la ciudadanía a evitar conclusiones precipitadas sobre los hechos y dejar trabajar al FBI. En este sentido, el presidente norteamericano ha puesto énfasis a reclamar "unidad" a sus conciudadanos, "el objetivo más de difícil de conseguir" pero sobre el cual asegura que "nada es más importante ahora mismo". "Un intento de asesinato es contrario a todo lo que defendemos como nación", ha reiterado Biden, incidiendo en la condena de los hechos que también ha expresado toda la política institucional estadounidense, tanto republicanos como demócratas.
Sobre el magnicidio fallido, Biden ha reiterado que todavía no hay ninguna información sobre las motivaciones que han llevado al joven de 20 años Thomas Matthew Crooks a cometerlo, si bien ha prometido que la investigación que lleva a cabo al FBI tendrá todos los recursos necesarios. "La investigación está en los estadios iniciales. No tenemos ninguna información sobre los motivos del tirador. Sabemos quién es. Urjo a todo el mundo, que, por favor, no hagan especulaciones sobre los motivos y afiliaciones," ha apuntado.
Biden ha comparecido acompañado de la vicepresidenta Kamala Harris, el fiscal general Merrick Garland y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. El mandatario también ha anunciado que hablará a la nación con más detalle esta noche en una comparecencia desde el Despacho Oval. Todo en un contexto de campaña electoral ya por sí misma marcada por la polarización y la violencia verbal que acaba de conseguir con este intento de magnicidio un nivel de tensión altísimo en el país. Un episodio pocos años después también de otros hechos excepcionales: el asalto al Capitolio, la sede del Congreso y el Senado, por parte de órdenes azuzadas por Trump que se negaban a aceptar el resultado electoral de los comicios del 2020.
Intento de magnicidio en Estados Unidos
Thomas Matthew Crooks, de 20 años y de un pueblo vecino, disparó varios tiros contra Trump con un rifle semiautomático del tipo AR-15 —comprado legalmente por su padre— desde un tejado próximo fuera del perímetro del acontecimiento del sábado, al cual asistían miles de personas. Además de herir a Trump, que fue evacuado por un grupo de agentes del Servicio Secreto, el atacante mató a un asistente, que hoy Biden recordó que murió protegiendo a su familia, e hirió de gravedad a otros dos. El fallecido es Corey Comperator, de 50 años, bombero y padre de dos hijos. El atacante fue abatido por francotiradores del Servicio Secreto. También se han encontrado explosivos en el coche del joven.