El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha autorizado a Ucrania a atacar Rusia con armamento norteamericano de largo alcance, según han informado el diario The New York Times y el Washington Post este domingo. Ni el Pentágono ni la Casa Blanca ni Kyiv han confirmado todavía la información, pero según afirman los medios citados a partir de fuentes oficiales anónimas, Biden habría tomado esta decisión en respuesta al envío de miles de tropas de Corea del Norte a la región de Kursk a fin de ayudar al ejército ruso a recuperar el territorio ganado por Ucrania. Es en esta región donde se harían los primeros ataques con el objetivo de disuadir a Pyongyang de enviar nuevas tropas, aunque podrían ampliarse a otras zonas, según afirma un funcionario a The Washington Post.
Las armas autorizadas son misiles supersónicos guiados llamados ATACMS, que pueden transportar cabezas convencionales o de racimo, y tienen un alcance de unos 300 kilómetros. Responden a lo que el gobierno de Zelenski lleva pidiendo meses con el argumento de que solo armas así pueden degradar la capacidad militar rusa significativamente y dar a Ucrania una cierta ventaja sobre el terreno.
Cambio de política a dos meses de la llegada de Trump
Inicialmente, Estados Unidos prohibió a Ucrania el uso de sus armas para lanzar ataques en territorio ruso, una máxima que flexibilizaron el mayo pasado, cuando le concedieron el uso limitado de misiles de alta movilidad, llamados HIMARES, para defender la ciudad de Járkov. La última autorización supone cruzar una importante línea roja de la política de guerra de la administración Biden, que hasta el momento se había resistido a esta demanda ucraniana, que se produce dos meses antes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, con un previsible giro de 180 grados en la política para con Ucrania. Según The New York Times, la decisión ha dividido a los asesores del presidente Biden entre aquellos que han expresado reticencias por miedo a fuertes represalias del presidente ruso, Vladímir Putin, contra Estados Unidos y sus aliados; y aquellos que han considerado exagerados estos temores.
Trump ha criticado duramente la política de los demócratas de apoyo a Kyiv, especialmente debido a que ha supuesto el desembolso de millones de dólares en apoyo financiero y militar al país europeo, y ha prometido de forma reiterada que pondrá fin a la guerra, gracias a su "muy buena relación" con Putin. Unas palabras que han hecho saltar las alarmas sobre la posibilidad de que Trump fuerce negociaciones entre las partes en conflicto que impliquen la cesión de territorio, una línea roja para Ucrania. Es ante este posible escenario que el uso de misiles de largo alcance podría reforzar la posición de los ucranianos en una futura mesa de negociaciones.
Ataque masivo de Rusia con 120 misiles y 90 drones
El cambio de política de EE. UU. llega también después de que Rusia haya llevado a cabo esta madrugada un ataque masivo contra la infraestructura energética de Ucrania con el lanzamiento de 120 misiles y 90 drones, según ha denunciado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y ha confirmado más tarde el ministerio de Defensa ruso. Un ataque que ha provocado la muerte de dos personas y ha herido a seis, dejando varias zonas sin suministro eléctrico debido al daño en las infraestructuras.