El presidente Joe Biden ha aprobado el despliegue de unos 3.000 soldados norteamericanos en el este de Europa en los próximos días en pleno enfrentamiento con Rusia por Ucrania. El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, ha dicho en una rueda de prensa que 1.000 militares se desplegarán en Rumania, mientras que otros 2.000 serán enviados a Polonia y a Alemania. Los 3.000 soldados se añaden a los 8.500 soldados que el Pentágono puso en alerta el mes pasado para desplegarse en Europa si es necesario. En conjunto, los movimientos tienen como objetivo tranquilizar a los aliados de la OTAN ante la acumulación militar rusa cerca de Ucrania, según Reuters. Las tropas norteamericanas desplegadas incluyen equipos de combate de brigada adicionales, personal de logística, apoyo médico, apoyo a la aviación y fuerzas implicadas en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
Mientras tanto, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha hablado este martes sobre la crisis de Ucrania y la pugna que tiene abierta con Estados Unidos y la OTAN. En la comparecencia, Putin ha alertado que si Ucrania entra a formar parte de la OTAN, puede derivar en una guerra abierta entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte por el control de la península de Crimea. En concreto, el mandatario ruso ha indicado: "Imaginamos que Ucrania, como país de la OTAN, inicia una operación militar por el control de Crimea. ¿Qué hacemos? ¿Batallamos con la OTAN? ¿Alguien ha pensado en eso? Parece que no". Vladímir Putin insiste en que es Ucrania quien contempla en su doctrina militar el hecho de "recuperar Crimea, incluida la vía militar. No es una cosa que digan en público, es que está escrito en sus documentos", ha aseverado el presidente de Rusia.
En la rueda de prensa, lo ha acompañado el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, con quien Putin se ha reunido este martes. El líder ruso ha señalado directamente los Estados Unidos y la OTAN por ignorar "las principales preocupaciones de Rusia en materia de seguridad, especialmente con respecto a la expansión de la Alianza hacia el este". Eso es lo que concluye de la respuesta que ha recibido por parte de EE.UU. y de la organización, aunque ha destacado que todavía "están analizando detenidamente" lo que les han trasladado. Sobre Estados Unidos, Putin también ha subrayado que "no se preocupan tanto de la seguridad del país vecino, sino de utilizar a Ucrania como instrumento para contener el desarrollo de Rusia". En este contexto, el presidente ruso ha elevado el tono para decir que las opciones que EE.UU. busca son "arrastrarnos a un conflicto armado e imponernos con ayuda de sus aliados en Europa las sanciones más duras; o arrastrar a Ucrania a la OTAN, emplazar desde allí armamento ofensivo y animar a los ultranacionalistas a solucionar el tema del Donbass y Crimea por la vía militar, de manera que también nos llevarían a un conflicto armado".