Si el primer encuentro entre el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, ya se preveía tensa por el fuerte distanciamiento que impera en las relaciones entre ambos países, la reunión también ha acabado siendo caótica y confusa, tanto por factores externos como por el mismo mandatario norteamericano.
Han sido los periodistas, tanto estadounidenses como rusos, los que han provocado el caos en el exterior y el interior de la Villa La Grange, la mansión de Ginebra (Suiza) donde se ha celebrado la reunión.
Todo ha empezado en el exterior de la mansión, donde se han vivido escenas de gritos y empujones, poco después de que ambos mandatarios se dieran la mano y entraran en el edificio, según periodistas de los dos países.
Miembros del "pool" de Biden, el grupo de reporteros que sigue al presidente, han explicado que la tensión ha empezado en una entrada lateral cuando periodistas de ambos países se han apresurado para entrar en la mansión y han sido detenidos por funcionarios y efectivos de seguridad de los EE.UU. y Rusia.
La disputa ha continuado mientras funcionarios de la Casa Blanca intentaban que los periodistas norteamericanos entraran en el interior, argumentando que los dos países habían acordado el número de reporteros que tenían permitido acceder dentro.
A los periodistas norteamericanos se les ha pedido de manera repetida que hicieran una cola por separado, pero las dos partes han ignorado las instrucciones y han empezado a gritar y empujar para entrar, mientras que un responsable suizo pedía que se calmaran.
Biden, carne de confusión
Mientras todo esto pasaba, Biden y Putin habían empezado a hablar en la biblioteca de la mansión, aunque muchos periodistas seguían fuera intentando entrar. Y ha sido en este momento cuando Biden ha generado un malentendido que ha marcado el encuentro con Putin. Según han publicado varios medios, el presidente estadounidense habría asentido cuando un periodista le ha preguntado si confía en el presidente ruso.
Rápidamente, la Casa Blanca lo ha desmentido a través de un comunicado de la portavoz del Ejecutivo, Jen Psaki, que ha querido aclarar que si Biden ha sacudido la cabeza ha sido al ver el caos que se había desencadenado entre los periodistas en el interior de la biblioteca.
"Durante un caótico vía libre para todo el mundo con miembros de la prensa gritándose unos a los otros, el presidente (Biden) ha sacudido la cabeza de forma general en dirección a los medios", ha afirmado. La portavoz ha añadido que el mandatario de los Estados Unidos no estaba respondiendo a ninguna pregunta.
Los temas a tratar
La agenda de las conversaciones se iba a centrar en esta primera reunión en el estado actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, temas de seguridad informática y la lucha contra la ciberdelincuencia. Además de temas relativos a la cooperación económica, el clima, el Ártico y la lucha contra el coronavirus.
Después del descanso, ambos líderes pasarán al formato ampliado, en el cual participan, además de los dos presidentes, cinco asesores de cada una de las delegaciones. Después todavía habrá una segunda parte en el formato extendido antes de que los mandatarios ofrezcan una rueda de prensa por separado.
El formato ampliado estará dedicado, entre otros temas, a conflictos y crisis regionales: Oriente Próximo, Siria, Libia y Ucrania, el programa nuclear iraní, la reparación de Afganistán y la situación en la península coreana y en Nagorno-Karabaj.