El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha sacado Cuba este martes de la lista de países que promueven el terrorismo. Cuba había reingresado a esta lista en el 2017 después de que Donald Trump decidiera deshacer esta medida de acercamiento al régimen castrista que aplicó su antecesor, el presidente Barack Obama, en el 2015. La inclusión en esta lista supone severas sanciones para los países que lo integran. La decisión se ha tomado a cambio de una liberación de presos que el régimen ha anunciado en paralelo: liberará a 550. Se estima que la cifra incluya presos políticos, que el gobierno cubano no reconoce como tal. Algunas organizaciones calculan que hay 1.500 presos por motivos políticos en la isla.

Biden ha afirmado que el régimen cubano "no ha ofrecido ningún apoyo al terrorismo internacional" durante el último periodo de seis meses y ha proporcionado seguridad que no lo hará en el futuro, según ha informado la Casa Blanca. En un memorándum enviado a altos funcionarios se explica que Washington "mantiene como objetivo central" de su política "la necesidad" de que exista "más libertad y democracia", así como "un mayor respeto por los derechos humanos" en Cuba. La decisión también se ha comunicado en el Congreso.

Las relaciones entre el régimen cubano y los Estados Unidos se rompieron en 1959 después del triunfo de la revolución cubana de Fidel Castro. Al cabo de tres años, en 1962, Washington decidió incluir la isla a la lista de países que patrocinan el terrorismo. Aquel año se produjo la conocida como crisis de los misiles, cuando los Estados Unidos descubrió bases de misiles nucleares de alcance medio de origen soviéticos instalados en la isla. La instalación de los misiles pretendía disuadir a Washington de cualquier tentación de invasión.

Desde entonces, la relación entre los dos países nunca se ha recuperado. La llegada de Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos dio paso a un discurso más conciliador con el régimen. Obama intentó dar un giro en la política hacia Cuba, facilitando las relaciones económicas y abriéndose a la isla. De todos modos, esta nueva línea política no consiguió a corto plazo ningún beneficio en términos de derechos humanos, teniendo en cuenta que pervive el sistema de partido único, que mantiene el control prácticamente de todas las esferas de la vida de los cubanos.

Relaciones económicas

La política norteamericana con respecto a Cuba ha sido también muy condicionada por el exilio cubano, que ha mantenido una línea de confrontación dura con el régimen. A pesar del embargo económico de los Estados Unidos en la isla, la relación comercial entre los dos países se caracteriza por un flujo significativo de exportaciones norteamericanas, especialmente de productos agrícolas como la carne de aves, mientras que las exportaciones cubanas hacia los Estados Unidos son prácticamente inexistentes.