Con su continuidad como candidato a reeditar en cargo en la Casa Blanca puesta en entredicho hasta por voces afines, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene previsto mantener este domingo una conversación con su familia sobre el futuro de su campaña de reelección en la residencia oficial de Camp David, según ha informado este sábado la cadena de televisión americana NBC, citando a cinco fuentes conocedoras del asunto. No obstante, un cargo del equipo del presidente ha asegurado a la prensa que la “premisa” de la noticia de la NBC “no es exacta”

Biden y la primera dama, Jill Biden, pasarán el domingo en Camp David, donde el presidente permaneció los seis días previos al debate del jueves contra el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021), que será su rival en las elecciones de noviembre. Una de las fuentes citadas por NBC afirmó que la reunión en Camp David, donde Biden planea encontrarse con algunos de sus nietos, no será una reunión familiar formal para discutir su futuro político. “Se espera que cualquier discusión sobre la campaña sea informal o secundaria”, señala la fuente a la NBC. “Nadie se sentará para una discusión formal o determinante”, añade esa fuente.

La actuación de Biden en el debate, donde su voz sonó ronca y mostró dificultades para concluir algunas frases, ha despertado inquietudes dentro del partido sobre su capacidad para vencer a Trump y gobernar otros cuatro años más debido a su edad, 81 años. Se trata, de hecho, del presidente con más edad de la historia de Estados Unidos. Además, ya suenan diversos nombres del Partido Demócrata que podrían sustituirle en caso de que el mandatario de la primera potencia mundial decidiera finalmente dar un paso al lado, algo que de momento ha descartado implícitamente en el acto de campaña que celebró después del debate.

Obama, Pelosi y los Clinton aparecen para intentar salvar los muebles

Algunas de las figuras más importantes del Partido Demócrata han mostrado públicamente su apoyo a Biden, pero varias fuentes demócratas citadas por medios estadounidenses aseguran que tras el debate se desató el “pánico” dentro del partido y, en algunos casos, se ha llegado incluso a pedir que se busque un candidato alternativo.  El expresidente Barack Obama (2009-2017) mostró el viernes su apoyo a Biden, afirmando en X que las “malas noches de debate” suceden, pero que "esta elección sigue siendo una elección entre alguien que ha luchado por la gente corriente toda su vida y alguien que solo se preocupa por sí mismo. Entre alguien que dice la verdad; que distingue el bien del mal y se lo dará al pueblo estadounidense directamente, y alguien que miente entre dientes para su propio beneficio".

Por su parte, el expresidente Bill Clinton (1993-2001) y la exsecretaria de Estado y candidata demócrata en 2016, Hillary Clinton, también han respaldado a Biden con sus respectivos mensajes en X, instando a los estadounidenses a compararlo con la alternativa que consideran peor: Donald Trump. "Los hechos y la historia importan. Joe Biden nos ha brindado 3 años de liderazgo sólido, estabilizándonos después de la pandemia, creando una cantidad récord de nuevos empleos, logrando avances reales para resolver la crisis climática y lanzando un esfuerzo exitoso para reducir la inflación, todo mientras nos saca del atolladero. Donald Trump nos dejó adentro", dijo el exmandatario. "La elección en estas elecciones sigue siendo muy sencilla. Es una elección entre alguien que se preocupa por usted (sus derechos, sus perspectivas, su futuro) y alguien que solo lo hace por sí mismo", afirmó por su parte la excandidata.

Otros líderes del Congreso como el líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, su antecesora, Nancy Pelosi, y el influyente legislador afroamericano de Carolina del Sur, Jim Clyburn, han apoyado públicamente a Biden. Sin embargo, según la NBC, en privado han expresado preocupación sobre su viabilidad como candidato.