Durante toda la semana varias organizaciones bielorrusas han alertado de la posibilidad de que este domingo caiga internet en el país. ¿Casualidad? Este 9 de agosto, los ciudadanos bielorrusos votan en unas elecciones presidenciales vistas como un puro trámite pero también con algo de esperanza. El candidato que tiene más números para obtener la victoria es Aleksandr Lukashenko, en el poder desde 1994 y considerado el último dictador de Europa.

En primavera, algunos medios del país ya señalaban que la campaña electoral sería "caliente". Lo que no se esperaba nadie es que estas últimas semanas se congregaran en mítines opositores miles de personas.

Imagen de un colegio electoral en Bielorrusia / Efe

Dos de los rivales de Lukashenko han sido encarcelados en las últimas semanas y un tercer candidato huyó en Rusia después de recibir un aviso de que él también podría ser arrestado. Los comicios no contarán con observadores internacionales, hecho que todavía engrandece más la nube de posible fraude electoral. A pesar de no haber observadores de la OSCE, sí que los habrá de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), una agrupación de exrepúblicas soviéticas lideradas por Rusia, que por otra parte, nunca ha denunciado irregularidades en procesos electorales.

¿Quién es Svetlana Tikhanovskaya?

Entre detenciones y exilios forzados, hay tres candidatas que se han unido para intentar liderar un movimiento y plantar cara a Lukashenko. Svetlana Tikhanovskaya, una profesora de 37 años, ha enviado a sus hijos a vivir al extranjero, según recoge la BBC y su marido es uno de los candidatos detenidos. Y precisamente este hecho es el que la ha empujado a presentarse como candidata.

Tikhanovskaya, sin embargo, no está sola. Veronika Tsepakalo y Maria Kolesnikova también se han unido compartiendo una serie de hechos: sus maridos o jefes han sido encarcelados o excluidos de la carrera presidencial por ser críticos con el gobierno de Lukashenko.

Imagen de un mitin de las tres candidatas a Minsk / Efe

En un país donde el matrimonio entre personas del mismo sexo no se contempla y donde el patriarcado todavía está muy presente en la sociedad, se respira un ambiente de cambio. De hecho, la palabra cambio (перемен, en ruso) se ha podido leer en muchas pancartas en los diferentes actos que ha organizado la oposición. Una idea que poca gracia debe hacer a Lukaixenko, quien siempre ha dicho y repetido que el papel de las mujeres en Bielorrusia es el de "esposas, madres y amas de casa".

'L'Estaca', el himno de campaña

En todos los actos y mítines que han celebrado por diferentes ciudades del país se acostumbra a cantar una versión en bielorruso de L'estaca de Lluís Llach. Y ya se ha convertido en todo un himno de esta campaña.

Lukashenko ha querido marcar distancia pero ha ido tirando dardos contra la oposición con comentarios como "pobres chicas, no saben qué dicen ni qué hacen" e intentando remarcar que son ellas las que harían traquetear el país.

Tensión Minsk - Moscú

Relaciones desiguales entre ambos países. Y por si el ambiente no estaba suficientemente crispado, a finales de julio las fuerzas de seguridad de Bielorrusia detuvieron a 33 presuntos mercenarios de la compañía militar privada rusa conocida como grupo Wagner. Según las autoridades, tenían la intención de provocar el caos en el país de cara a las elecciones presidenciales.

Fuentes citadas por la agencia oficial bielorrusa Belta, y recoge Efe, los servicios secretos del país fueron avisados de la llegada de más de 200 mercenarios que tenían la misión de sabotear las elecciones. De hecho, durante los últimos días se ha hablado de otras operaciones similares.

Aleksandr Lukaixenko en un discurso televisado / Efe

Eso ha hecho que justo antes de la celebración de los comicios Lukashenko y el presidente ruso, Vladimir Putin, hayan mantenido una llamada telefónica para hablar de este asunto.

Esta conversación buscaba calmar los ánimos después de este incidente y los acuerdos energéticos y comerciales rotos, que han llevado al país a un momento económico complicado.

 

Imagen principal: las candidatas Svetlana Tikhanovskaya, Veronika Tsepakalo y Maria Kolesnikova en un mitin / Efe