Centenares de migrantes se concretan en medio de la confusión y la incertidumbre la frontera entre Polonia y Bielorrusia. El pasado lunes estas personas, la mayoría de las cuales han huido de países en conflicto al Oriente Próximo, se dirigieron a las puertas de la frontera polaca bajo el control de bielorrusos armados, provocando colapso y tensión en las puertas de la Unión Europea (UE), según pública El País.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha acusado al régimen bielorruso de Aleksandr Lukaixenko de utilizar los migrantes como arma arrojadiza contra la UE. "La instrumentalización de los migrantes por Bielorrusia es inaceptable", ha sentencia.
¿Sin embargo, por qué quiere el régimen de Lukaixenko instrumentalizar en los migrantes contra la Unión Europea? La respuesta es sencilla: para vengarse de las sanciones que esta ha impuesto sobre su país.
La respuesta de la Unión Europea ha sido estudiar todavía más sanciones para el régimen bielorruso. En un comunicado Von der Leyen ha anunciado que "está hablando con los líderes de los estados miembros para extender las sanciones sobre las autoridades de Bielorrusia". También ha advertido que se está estudiando "como sancionar, incluso mediante la inclusión en listas negras, a las aerolíneas de terceros países que participan activamente en el tráfico de personas".
Respuesta de Polonia
Tan pronto como los centenares de migrantes empezaron a llegar a la frontera, las autoridades polacas pusieron el grito en el cielo. Un gran número de policías armados hasta los dientes se apostaron en la frontera para impedir que nadie traspasara el control.
A través de sus redes sociales las autoridades polacas difundieron la situación a la frontera. "Los servicios polacos están preparados para cualquier eventualidad", aseguró el viceministro de Interior, Maciej Wasik.
Todo ha sido municipio para Bielorrusia, quien acusa a Polonia de ser el culpable de crisis migratoria que vive el país. El régimen de Lukashenko asegura que el país europeo incumple sus compromisos y obligaciones adquiridos al unirse a la UE.
Mientras el Gobierno conduce en la frontera en los migrantes con los cuales asegura no tener ningún problema, de puertas adentro criminaliza los flujos migratorios y culpa en la Unión Europea. La respuesta violenta de Polonia simplemente ha legitimado el discurso de Lukashenko. Tanto es así que el responsable del comité estatal de fronteras bielorruso ha animado en los migrantes a entrar en la UE, mientras insinuaba que Polonia "puede inventar una provocación para justificar el uso de la fuerza" contra los migrantes.