El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, ha afirmado este jueves, en una reunión con el alto mando del ejército bielorruso, que los ejercicios militares que tienen lugar en el país obedecen al "aumento de las amenazas". "Quieres la paz, prepárate para la guerra. Eso no lo inventé yo ni ustedes", ha dicho el mandatario a sus jefes militares, citado por la agencia oficial bielorrusa BELTA.
Explicó que utilizó esta expresión para responder a las especulaciones sobre los desplazamientos de las tropas bielorrusas y las de la agrupación militar conjunta bielorruso-rusa, creada para reaccionar conjuntamente a las amenazas a la Unión Estatal Rusia-Bielorrusa.
Según Minsk, el componente ruso de esta agrupación regional está formado por hasta 9.000 militares, unos 170 tanques, hasta 200 vehículos blindados de combate y hasta 100 cañones y morteros con un calibre de más de 100 milímetros. "Hemos llevado y llevamos a cabo ejercicios. Ahora se efectúan en vista de la situación creada y del aumento de las amenazas", ha dicho Lukashenko, que recalcó que las tropas bielorrusas y de la agrupación conjunta son trasladadas al territorio del país "donde se considere necesario".
Bielorrusia comparte en el sur frontera con Ucrania y precisamente desde su territorio las tropas rusas lanzaron su frustrada ofensiva sobre Kyiv al principio de la campaña militar ordenada por el presidente ruso, Vladímir Putin, hace casi diez meses. "No podemos excluir una agresión en nuestro país. Vemos que nuestros vecinos tienen esta disposición", ha dicho Lukashenko, a quien las autoridades de Ucrania acusan de ser "cómplice de la agresión rusa"
Putin visita Bielorrusia por primera vez desde el 2019
Vladímir Putin ha visitado Minsk, la capital de Bielorrusia. No lo hacía desde el 2019 y esta visita ya ha levantado polvareda y temores que el líder ruso intente arrastrar el presidente bielorruso a una guerra en Ucrania desde el norte. En este sentido, el representante del Kremlin habría empezado una conversación con su homólogo sobre cooperación militar estrecha. La visita ha sorprendido a todo el mundo, pero en Kíiv ya se da por hecho que Moscú está presionando el país para que empiece una ofensiva terrestre contra Ucrania.
Pese al encuentro, Rusia sigue enviando drones y castigando la red eléctrica del país. Cuando se produjo el encuentro, el Kremlin había enviado una nueva ola de drones kamikaze que habrían estropeado "infraestructura clave" a la capital y también a los alrededores, según el alcalde de la ciudad, Vitali Klitchkò. Desde una rueda de prensa conjunta en Minsk, el lunes por la noche, los dos líderes habrían acordado continuar una serie de ejercicios militares conjuntos. Estos son precisamente los que habrían generado alarma en Ucrania.