Las fuerzas de seguridad bielorrusas han dispersado este domingo con tiros en el aire las decenas de miles de manifestantes que han vuelto a salir a la calle, por duodécimo fin de semana consecutivo, en el centro de la capital del país, Minsk, para protestar contra el presidente, Aleksandr Lukashenko.
A pesar de las amenazas del presidente bielorruso, más de 10.000 manifestantes han acudido a la manifestación en la capital de Bielorrusia entre gritos de "¡Viva Bielorrusia!" rumbo a Kuropati, en franco desafío a la policía que ha desplegado gran cantidad de vehículos -entre los cuales los hay de blindados-, y de efectivos antidisturbios, según ha informado el portal Tut.by.
También han circulado por las redes sociales vídeos donde se pueden ver tanques del ejército bielorruso circulando por las calles de la capital.
La policía ha procedido inmediatamente a detener manifestantes, en ocasiones violentamente, según la organización de derechos humanos bielorrusa Vesná en Minsk, que también ha informado que ya han sido detenidos 69 manifestantes, aunque, según BelaPAN, la cantidad de arrestados es mayor.
Finalmente, parte del grupo de manifestantes ha conseguido acceder a Kuropati, a pesar de los bloqueos policiales, donde los opositores han depositado flores en las tumbas y han encendido velas. Además de Minsk, en las ciudades de Brest, Moguilev, Grodno y Vítebsk también se han llevado a cabo marchas y protestas, según Tut.by.
Llamamientos a la protesta de la opositora exiliada
La líder opositora al exilio, Svetlana Tijanóvskaya, había animado a sus conciudadanos desde su canal de Telegram y había asegurado que daría apoyo a todos los que "salgan a manifestarse". "Hoy los manifestantes pacíficos salen a manifestarse en honor de los Dziadi. Este día es importante para los bielorrusos por dos razones. La primera es familiar, porque honramos la memoria de nuestros antepasados. La segunda, popular, porque la gente se marcha pacíficamente contra el terror impuesto por el Estado", ha afirmado.
La protesta estaba dedicada a los "Dziadi" (abuelos, antepasados) y contra la violencia policial. Normalmente, el día en honor a los antepasados se celebra cada 2 de noviembre. Se trata de una fecha en que la oposición bielorrusa se ha reunido tradicionalmente durante años para ir desde el centro de Minsk a Urochische Kuropati, a las afueras de la capital, un cementerio donde se hay las víctimas de las represiones estalinistas.
La oposición había denominado esta protesta la "Marcha contra el terror" contra el presidente, quien "ha declarado la guerra a su propio pueblo", según han comentado los organizadores en Facebook, desde su polémica victoria en las elecciones de agosto, que degeneraron en disturbios y la huida de los opositores al presidente, a quienes acusan de falsear los comicios.
Las amenazas de Lukashenko
Lukashenko había señalado que podría seguir reprimiendo a los manifestantes en los últimos días. "Ya es suficiente. No retrocederemos. Si alguien toca a un miembro de las fuerzas de seguridad, se tiene que ir, como mínimo, sin manos", avisó este viernes al nombrar a su nuevo ministro de Interior, Ivan Kubrakov, el exjefe de la fuerza policial de Minsk.