Cuando el ala militar de Hamás, las Brigadas Qassam, publicaron los primeros vídeos sobre la liberación de rehenes israelíes, había detalles sorprendentes. Romi Gonen, Doron Steinbrecher y Emily Damari subían a un todoterreno de la Cruz Roja, un militante de Hamás les entregaba una bolsa de papel en cada una con el logo de las Brigadas Qassam: una especie de bolsa de regalo. El militante, enmascarado, levantó entonces un certificado que decía en hebreo y árabe "decisión de liberación". Cada una de las tres mujeres llevaba la bolsa a las imágenes publicadas más tarde el domingo por las Fuerzas de Defensa de Israel, aunque esta vez con el logotipo de las Brigadas Qassam borroso. Una imagen que se ha ido repitiendo con la liberación de rehenes posteriores.
Un representante de la familia de Gonen explicaba entonces a CNN el lunes que la bolsa que recibió contenía el certificado, un collar y fotos, y dijo que la Agencia de Seguridad Interna de Israel (Shin Bet) había confiscado los materiales. No entraron en detalles sobre la fotografía, pero los medios israelíes informaron de que las fotos mostraban el tiempo que las mujeres estuvieron en cautividad. Las bolsas, según el diario Telegraph y el portal israelí Ynet, contenían recuerdos de su cautiverio, fotografías y un mapa de la Franja de Gaza. Incluyendo certificados sobre su secuestro. Fuentes gubernamentales de Israel han tildado el acto de cínico y que podría tratarse de un juego de propaganda. Los rehenes liberados estos jueves, entre las cuales había también una soldado israelí, Agam Berger, Arbel Yehoud y Gadi Moses –y cinco tailandeses–, también tenían su certificado y una bolsita con 'regalos' en el interior. Se les ha podido ver, en diferentes imágenes, con la bolsa, y obligados a sonreír delante de la cámara cuando se los indicaba.
La indumentaria de los milicianos de Gaza
Aparte de las bolsitas regalo y los certificados que los milicianos han entregado a los rehenes durante su liberación, hay otros detalles visibles durante los intercambios. Sin ir más lejos, en el momento de la liberación este jueves de Arbel Yehoud, se ha podido ver cómo había militantes con una cinta verde y letras blancas y otros con casco y cintas negras con letras de color amarillo. Según ha consultado este diario, los primeros serían militantes de Hamás, esto es, de la Brigada Qassam, creada en 1992. Esta brigada controla el sistema de cohetes y misiles que utilizan para atacar Israel, y son los ideólogos de los túneles conducen en el territorio israelí, para enviar combatientes y militantes suicidas, tal como destaca el artículo de Hamas in combat, de The Washington Institute.
Los que llevan la cinta negra con letras de color amarillo, serían miembros de la Yihad Islámica. Un movimiento yihadista e islamista suní –hay que recordar que la diferencia entre musulmanes suníes y chiíes surgieron de un desacuerdo sobre quién tenía que suceder Mahoma y, más adelante, adquirieron más significación política, así como dimensiones teológicas y jurídicas–. Por definición, este grupo tiene como objetivo principal la destrucción del Estado de Israel. La Yihad Islámica Palestina se opone a otros gobiernos árabes al considerarlos poco islámicos o demasiado pro-occidentales. Las Brigadas Al-Quds, brazo armado de la organización, ha reivindicado su participación en numerosos ataques a Israel, incluyendo atentados suicidas.