Tras la toma de Mariúpol, las tropas rusas han continuado con sus bombardeos mortales. En las últimas horas, estos han tenido lugar contra 54 poblaciones en las regiones de Donetsk y Lugansk, y en un solo día han causado la muerte a al menos veinte civiles, según ha informado hoy la Agrupación de Fuerzas Unidas ucraniana. "Según la información operativa, unos veinte civiles murieron bajo el fuego enemigo y al menos cincuenta personas resultaron heridas", precisa la organización en un mensaje en Facebook que recoge la agencia Ukrinform. Además, han añadido que "el número preliminar de víctimas en Severodonetsk, Avdiivka, Lysychansk, Maryanka y otras ciudades y pueblos podría ser mucho mayor" y que la información está siendo verificada.
Las operaciones de rescate y búsqueda se ven obstaculizadas por los ataques aéreos, los intensos ataques con misiles y bombardeos de artillería por parte de las tropas rusas, han indicado los expertos, que han señalado a los "criminales de guerra de Moscú" como culpables de la destrucción de infraestructuras del Donbás. Los "bárbaros ataques aéreos y bombardeos" destruyeron por completo o dañaron en un día 105 edificios residenciales y otras quince infraestructuras civiles, entre ellas un hospital, un albergue, un complejo deportivo, un centro comercial, un banco, un sanatorio, un departamento de educación del distrito y una empresa de automóviles, almacenes, un gasoducto y vehículos, según han querido destacar. Los que han sufrido unos años más importantes han sido los edificios de gran altura.
El Donbás, un infierno
Además, en la región de Donetsk, el Servicio Estatal de Emergencias extinguió seis incendios causados por fuego enemigo, mientras que en la región de Lugansk esta tarea es imposible debido al intenso bombardeo de los núcleos poblacionales. Los equipos de rescate evacuaron en las últimas 24 horas a 1.044 personas de las zonas de combate. El su habitual mensaje diario, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha calificado de "infierno" la situación en el Donbás, que está "completamente destruido" y donde los ocupantes "intentan aumentar aún más la presión". También se ha referido, entre otros, al "bombardeo brutal y sinsentido" de Severodonetsk, donde, solo en un día, hubo doce muertos y decenas de heridos.
¿Cuántos quedan?
Mientras tanto, los últimos defensores ucranianos de Mariúpol siguen abandonando la acería de la ciudad. Según el ministerio de Defensa ruso, hasta este viernes ya han salido 1.908 militares ucranianos que se han "rendido" en Azovtal. "Los nacionalistas bloqueados en la planta han comenzado a rendirse. Hasta ahora han depuesto las armas 1.908 personas", dijo el titular de Defensa, Serguéi Shoigú, que también añadió que el bloqueo de la acería por parte de las fuerzas rusas continúa. La gran duda actual es saber cuantos ucranianos quedan en la planta.