El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha vuelto a meter la pata. Borrell ya frustró con un comentario "errante" el pacto entre Polonia y los Estados Unidos para enviar aviones de combate a Ucrania, pero ahora ha vuelto a pifiarla. Esta vez por adelantarse y anunciar una ayuda económica a Ucrania que nadie reconoce como real y parece una invención propia de Borrell. En una cumbre de los líderes europeos en Versalles, Borrell dio una "clara impresión" que los líderes aceptarían usar 500 millones de euros, aparte del Fondo Europeo de la Paz, para ayudar a Ucrania en su resistencia contra la invasión de Rusia, según relata Politico. "Ayer le propuse a los líderes. El Fondo Europeo de la Paz se duplicará con 500 millones de euros más", aseguró a los periodistas viernes por la mañana.
La propuesta de Borrell ha sido recibida con sorpresa por los diversos líderes nacionales. Dos de los más destacados, el canciller alemán Olaf Scholz y el primer ministro holandés Mark Rutte, han afirmado que el impulso de 500 millones de euros prometido por Borrell no forma parte de sus deliberaciones. Y que no se mencionó en ninguna declaración final de los líderes. Todo un revés contra el alto representado europeo, Josep Borrell. Scholz ha explicado a los periodistas que el tema "no era objeto" de sus discusiones "ni de nuestra toma de decisiones". Rutte, en cambio, ha sido muy contundente contra Borrell y ha dicho, al ser preguntado por la ayuda de 500 millones: "No, no, no. He escuchado esta historia, así que puede ser que eso sea una cosa que se está desarrollando en la Comisión Europea... pero no se ha decidido juntos".
Borrell, mete la pata
Su precipitada promesa le ha desatado, por lo tanto, una serie de declaraciones en contra de su gestión. De hecho, anteriormente ya ha sido criticado por usar un lenguaje impreciso. Por ejemplo, cuando hace un par de semanas provocó una confusión internacional al declarar que la Unión Europea suministraría aviones de caza en Ucrania. Un comentario de Borrell desencadenó un malentendido dentro de la OTAN. A pesar del gran número de voces en las altas esferas militares de los EE.UU. en contra de enviar aviones de países miembros de la OTAN en Ucrania, Politico asegura que no fue hasta que Borrell reveló los planes a la prensa, que la operación se volvió "imposible". Y es que el jefe de la diplomacia europea "declaró inequívocamente a los reporteros del 27 de febrero que el bloque proporcionaría en Ucrania aviones de combate" aunque el bloque "nunca había acordado nada".
Este comentario, dice el medio citado, "chocó" tanto los aliados occidentales como Ucrania, que preferían mantenerlo en secreto. Todavía más surrealista es el hecho de que los ucranianos creyeron en la palabra de Borrell y también anunciaron públicamente que recibirían cazas europeos. "Los pilotos ucranianos incluso viajaron a Polonia para ligar el trato y llevar los aviones de vuelta a la frontera", asegura el medio. A principios de marzo, el presidente polaco dejó de lado el plan y dijo que sus cazas no volarían al espacio aéreo ucraniano.