Josep Borrell se apresuró a reconocer el diálogo con los talibanes cuando estos invadieron Kabul y, ahora, ha ido más allá. El alto representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, da como gobierno legítimo en Afganistán, al grupo armado de los talibanes y por eso marca las líneas a seguir desde Europa a partir de ahora. En una rueda de prensa este mediodía ha citado explícitamente: "Compromiso con los talibanes". La justificación de Borrell radica en la necesidad "de evacuar los nacionales y afganos" aunque ve también otros objetivos.
Así pues, pide "la creación de una plataforma política regional junto con los vecinos de Afganistán" con el propósito de "gestionar los flujos de población procedentes de Afganistán, la prevención de la propagación del terrorismo, la lucha contra el crimen organizado, incluido el tráfico de drogas, y el contrabando de seres humanos". Una incongruencia, especialmente el objetivo de la lucha contra el terrorismo, teniendo en cuenta que los talibanes, lo primero que hicieron cuando invadieron Kabul el pasado mes de agosto, fue liberar los potenciales terroristas del islamismo radical que se encontraban en las prisiones del país.
"Presencia de la UE en Kabul"
Otro aspecto que todavía da más relevancia al reconocimiento que hace Borrell de los talibanes como nuevo gobierno afgano es el deseo de una "presencia conjunta de la Unión Europea en Kabul, coordinada por el Servicio Europeo de Acción Exterior". Ahora bien, a pesar de los propósitos que parecen ir en esta dirección, Borrell matiza nuevamente: "Tendremos que comprometernos con el nuevo gobierno de Afganistán, cosa que no significa reconocimiento". En definitiva, la presencia en Kabul se podría traducir, probablemente, en forma de embajada.
Para que el entendimiento con los talibanes se lleve a cabo, Borrell detalla las cinco condiciones que les pone: "Afganistán no puede servir de base para la exportación de terrorismo en otros países"; "Con respecto a los derechos humanos, en particular los derechos de las mujeres, el estado de derecho y la libertad de los medios de comunicación"; "El establecimiento de un gobierno de transición inclusivo"; "El acceso gratuito a ayuda humanitaria"; i "El cumplimiento del compromiso de los talibanes sobre la marcha de ciudadanos extranjeros y afganos en riesgo".
A modo de ejemplo, la mayoría de estas condiciones ya no se están cumpliendo. Los talibanes, que ya en el pasado vulneraron cualquier tipo de derecho, actualmente empiezan a dar muestras específicas de sus intenciones. Desde la televisión pública, se han hecho con su control y propagan desfiles de coches bomba y talibanes suicidas, avisan de que "combatirán al enemigo" y han vuelto a recortar la vida de las mujeres.
El alto representante europeo, admite que todas estas conclusiones han comportado un largo debate: "Ha sido una discusión intensa". Y da la mano a las potencias mundiales para cumplir el plan: "Nos coordinaremos fuertemente con los Estados Unidos, así como con otros socios y organizaciones regionales en el marco del G7 y el G20". Anže Logar, ministro esloveno de Asuntos Exteriores, ha acompañado Borrell en la rueda de prensa donde ha manifestado las intenciones geopolíticas de ahora en adelante.