La incertidumbre se ha vivido durante unas horas en Brasil, después de que partidarios de Bolsonaro asaltaran las instituciones del país. Brasil, sin embargo, no quiere tener más sustos, aunque parezca que se ha podido frenar el asalto. Precisamente por eso, el Tribunal Supremo del país ha ordenado desmantelar los campamentos bolsonaristas en 24 horas. ¿A partir de ahora, sin embargo, qué se puede esperar de Brasil? "Lo primero será ver las responsabilidades de cómo ha podido pasar una cosa así cuando había medidas de seguridad y qué ha fallado", explica en conversación con ElNacional.cat la investigadora sénior de América Latina del CIDOB, Anna Ayuso. "De momento, ya ha caído un responsable de gobierno de Brasilia, sin embargo, habrá que ver cuáles han sido las complicidades. Al mismo tiempo, dentro de la gravedad de la situación, porque no tendría que haber pasado. Los mismos políticos han condenado la acción. Pienso que la democracia ha quedado reforzada. Otra cosa es ver cómo se tejen las alianzas políticas".

En este sentido, Ayuso opina que este asalto a las instituciones tendrá un efecto de cohesión de la coalición gobernante, y de los diversos partidos y procedencias. "Pienso que esta situación hará que se cierren filas". Así, la investigadora resalta también que no cree que este asalto haya fortalecido a Bolsonaro, sino más bien al contrario. "Su partido se ha desdicho y eso a medio plazo también debilitará los movimientos bolsonaristas". "Un sector de la derecha buscará reponerse y desvincularse de Bolsonaro. Fuera de poder, Bolsonaro pierde capacidad de volver, se tendrá que enfrentar a juicios y no solo por eso, sino también por corrupción". ¿Y qué explica, pues, que el expresidente estuviera en los Estados Unidos durante estos asaltos? "Se marchó para poder decir que no estaba allí y que no tenía nada que ver. Si no vuelve, los mismos seguidores dirán que se ha marchado, deja de ser líder fuerte, perderá capacidad de arrastrar a la gente y tendrá problemas con la justicia".

Policías con un grupo de manifestantes partidarios de Bolsonaro durante el asalto a las instituciones del país / Efe

Brasil: ¿y ahora qué?

"De entrada se tendría que buscar responsabilidad y se tiene que empezar a hacer políticas y dar necesidades al país. Tiene problemas económicos y sociales importantes. La pobreza ha aumentado, e incluso, el hambre, que había sido erradicada y ha vuelto. Se tienen que hacer reformas importantes que necesitan el apoyo amplio del congreso y del senado. Por lo tanto, es importante dar respuestas a eso. Se empezaba a hacer ya y de hecho, se había llegado a un acuerdo presupuestario para aumentar el gasto social. Mantener la cohesión de los gobernantes que sea capaz de devolver la confianza al país".

El Tribunal Supremo del país ha ordenado desmantelar los campamentos bolsonaristas que estaban presentes desde la celebración de las elecciones, primero cortando carreteras y después delante de los cuarteles del ejército. "Hay que remarcar que el ejército no ha estado a favor de este asalto". "Bolsonaro puso militares retirados en el gobierno y altos cargos, pero no es parte de la cúpula militar".

¿Desaparecerán los bolsonaristas?

"Pienso que ahora se desmantelará todo eso, pero no desaparecerán de un día por el otro. En la clase media y acomodada no ha caído bien este asalto. Ha perjudicado la imagen del país. Interesa volver a la normalidad. A la clase política y a la economía no le interesa, no interesa un país inestable, porque lo que se buscan son inversiones," ha expuesto Auyso.

Por otra parte, Bolsonaro se ha intentado desvincular del asalto, pero el mensaje ha sido tímido. "Se ha querido desmarcar, ayudar a enfriar, pero al mismo tiempo ha dado un mensaje ambiguo".

 

Imagen principal: un partidario de Bolsonaro, con una bandera de Brasil y vestido de militar / Efe