"Brasil está en llamas. El país está atrapado en un círculo vicioso de fuego". Así definió Cristiane Mazzetti, activista forestal de Greenpeace Brasil, la situación extrema que vive el país sudamericano, con una |oleada de incendios histórica que está afectando al estado de São Paulo y a los ecosistemas de la Amazonia y el Pantanal. El gobierno se ha declarado "en guerra" con el fuego y contra el crimen", según reconoció la ministra de Medio Ambiente Marina Silva, después de la reunión de urgencia que mantuvo con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva el pasado domingo. Los indicios son lo bastante claros y existe la "fuerte sospecha" de que los incendios son fruto de una "acción criminal orquestada". La guerra al fuego ha llegado hasta las instancias judiciales, y la Corte Suprema ha ordenado este martes al gobierno de Lula da Silva que movilice "el mayor contingente de militares y policías para combatir la oleada de incendios en el Pantanal y la Amazonia". Además, las columnas de humo han viajado miles de kilómetros y han cubierto ciudades enteras, como Brasilia o Manaos.

 

Incendios activos

El Pantanal, el mayor humedal del planeta que Brasil comparte con Bolivia y Paraguay, y la Amazonia, el bosque tropical más extenso de la Tierra, han registrado este mes un altísimo número de incendios en sus territorios. En la región sudeste, la más poblada del país, también se han reportado centenares de focon de incendios, especialmente en los estados de São Paulo y Minas Gerais. En el estado de São Paulo, 21 ciudades se enfrentaban desde el domingo a incendios activos. En total, 46 municipios están en alerta máxima ante la aparición de incendios. A eso se une la extrema sequía que sufre más de la mitad del país, condición que favorece la rápida propagación de las llamas. Los incendios están teniendo una repercusión en todo el país, dejaba claro a la ministra. "El fuego está perjudicando a Brasil. El humo que está cubriendo Brasilia está perjudicando los pulmones de los niños, de los mayores y de las personas que tienen problemas respiratorios". En Manaos, en el sur del estado de la Amazonia, están teniendo problemas por la calidad del aire "pésima" en ocho áreas de la ciudad de dos millones de habitantes.

El humo cubre la ciudad de Manaos (EFE)

La sombra del 'Día del Fuego' del 2019

Hay alrededor de tres mil brigadistas en todo el país trabajando para combatir los focos del fuego, pero no es suficiente. "Hasta ahora no hemos podido detectar ningún incendio provocado por rayos, cosa que significa que hay gente prendiendo fuego a la Amazonia, en el Pantanal y en São Paulo", afirmó el presidente durante la reunión que mantuvo con la ministra y representantes del Gobierno federal en la central de monitorización del Centro Nacional de Prevención y Combate de Incendios Forestales (PREVFOGO), en la sede del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA), en Brasilia, para hacer un seguimiento de la situación de los incendios. Pero la ministra fue mucho más allá, y comparó la situación actual con la que se dio en el 2019, conocida como 'El día del Fuego', cuándo según organizaciones ecologistas, decenas de campesinos y ganaderos de la Amazonia provocaron incendios en sus propiedades de forma coordinada para apoyar al entonces presidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), un crítico del discurso ambientalista. "Es una situación atípica. En una semana, prácticamente en dos días, hubo incendios en varios municipios al mismo tiempo. Ya tuvimos 'el Día del Fuego' y hay una fuerte sospecha de que esté pasando de nuevo", dijo la ministra.

"En São Paulo, no es natural, de ninguna manera, que en pocos días se tengan tantos frentes de incendio que afecten varios municipios simultáneamente", añadió Marina Silva. La Policía Federal informó el martes que entre el 2023 y el 2024 ha abierto 32 investigaciones para aclarar el origen de los incendios forestales en estas regiones y que ha creado grupos especiales dentro de la institución que se dedican exclusivamente a esta tarea. "Si es una acción criminal, se castigará con todo el rigor de la ley, prometió la ministra".

"Una calamidad pública"

Pero la Corte Suprema de Brasil considera que la situación requiere muchos más esfuerzos por parte del gobierno y cree que es necesario un "trabajo intenso, rápido y eficiente" delante una situación que considera "una calamidad pública" y que está causando "unos daños que son irreparables y graves". "Hay que actuar de forma represiva y preventiva en el combate a los incendios al Pantanal y la Amazonia", ha dejado clara la Corte Suprema del país. Para sufragar el coste del operativo, la Administración del presidente Lula podrá pedir un crédito extraordinario, de acuerdo con la decisión.

Daños irreversibles a animales y fauna

Los daños que están sufriendo los ecosistemas brasileros son muy graves. La ministra denunció que en el Pantanal se abren "diez frentes de incendios por semana", un fenómeno que también han identificado en la Amazonia. "El Pantanal, uno de los biomas más ricos y diversos de la Tierra, es devastado por los incendios que arrasan sin control, dejando un rastro de destrucción y muerte. En una tragedia ambiental sin precedentes, pitones, caimanes y muchos otros animales que simbolizan la prosperidad del Pantanal han quedado carbonizados mientras intentaban escaparse de las llamas en que han quemado más de 500.000 hectáreas de su hábitat natural", describía el Cuba Herald. También ha quedado muy afectado el santuario de jaguares mayor del Pantanal, con "daños irreversibles", según han informado los ecologistas.

El santuario de jaguares del Pantanal ha sufrido daños irreversibles (Europa Press)