La Comisión Europea propone conceder a Bosnia-Herzegovina el estatus de candidato a la adhesión a la Unión Europea. En el informe anual sobre los procesos de ampliación del bloque comunitario, Bruselas apunta que los líderes de los partidos políticos del país se han comprometido a sacar adelante las medidas necesarias para "garantizar una Bosnia-Herzegovina funcional y que avance hacia el camino europeo". Sea como sea, la decisión final sobre dar o no el estatus de candidato al país, que hizo la petición para entrar en la Unión Europea el año 2016, lo tienen que tomar los 27. Previsiblemente, el estado balcánico aún tendrá que adaptarse a los criterios comunitarios en varios ámbitos, como en la economía o la democracia, para poder adherirse.
Alinearse con Europa
Así, a pesar de recomendar conceder el estatus de candidato a Bosnia-Herzegovina, el informe del ejecutivo comunitario apunta que el país todavía tiene por delante un largo camino para cumplir los criterios exigidos. "Bosnia-Herzegovina está en una fase inicial para alcanzar las obligaciones de la candidatura en la Unión Europea", dice el documento, que remarca que el país tiene que incrementar significativamente el alineamiento" con los criterios europeos. En el terreno político, Bruselas ve deficiencias a la hora de mejorar los estándares electorales y no ve que el consejo de ministros del país haya dado pasos para cumplir los criterios europeos. Además, la Comisión Europea remarca que las últimas elecciones generales estuvieron marcadas por la "desconfianza" en las instituciones públicas y "una retórica étnica de división". Tampoco ve ningún progreso al garantizar un espacio para la sociedad civil.
Con respecto a la administración pública, Bruselas señala que se han dado "pasos positivos" en la gestión de las finanzas, pero no en la implementación de un plan para impulsar una agenda de la administración pública que sea imparcial y accesible a todos los niveles de gobierno. "El país tiene que completar pasos esenciales en la reforma de la administración pública para asegurar a un servicio profesional y despolitizado", dice el informe. En el terreno judicial, el ejecutivo comunitario señala que el país está en una "fase inicial" para cumplir las exigencias, y está donde tendría que mejorar más. "No se ha hecho ningún progreso en este ámbito durante el periodo de tiempo que estudia el informe. La independencia e imparcialidad de la justicia no han mejorado", señala la Comisión Europea. "La falta de compromiso político en la reforma judicial y el pobre funcionamiento del sistema han seguido perjudicando los derechos de los ciudadanos y la lucha contra la corrupción y el crimen organizado", añade.
Aún lejos de respetar los derechos humanos y tener una economía de mercado
En este sentido, Bruselas apunta que el país también está en una "fase inicial" con respecto a la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. "Los líderes políticos y las instituciones judiciales han fracasado a la hora de hacer frente a la corrupción generalizada y han bloqueado activamente los progresos, hecho que ha conducido a un largo estancamiento y a un aumento de los signos de captura política," dice el documento. Con respecto a los derechos fundamentales, la Comisión Europea apunta que el país no tiene un "marco estratégico", pero ve "pasos positivos" en los planes para la inclusión de las personas gitanas y del colectivo LGTBI. "Hacen falta todavía reformas significativas para garantizar que todos los ciudadanos pueden ejercer su derecho político y que no haya discriminación", apunta. En el ámbito de la migración, el ejecutivo comunitario también ve pasos positivos porque se ha mejorado la coordinación entre las autoridades locales y se ha impulsado la cooperación internacional. En cambio, Bruselas admite que el país todavía está en una "fase inicial" para establecer una economía de mercado que "funcione".