Bután, a la expectativa. El país que mide la felicidad nacional bruta, es decir, la calidad de vida en términos holísticos y psicológicos, atraviesa un momento complicado. El término fue propuesto por Jigme Singye Wangchuck, rey de Bután, en 1972, como respuesta a las críticas de la constante pobreza económica de su país. En este contexto, habrá que ver cuál será la reacción de la población en un contexto complejo como el actual. La formación ambientalista Partido Democrático Popular (PDP), liderada por el exprimer ministro Tshering Tobgay, ha recuperado el poder de Bután al conseguir más de dos tercios de representación a la Asamblea General del país a los comicios generales, y será la encargada de pivotar y liderar el país en un ambiente enrarecido.
Con una participación del 65,5% en la jornada electoral, el partido de Tobgay obtuvo 30 de los 47 escaños de la Asamblea Nacional en juego, delante de los 17 conseguidos por su formación rival, el Bután Tendrel Party (BTP) creado en el 2022, indicó en un comunicado la Comisión Electoral de Bután que recoge Efe. El PDP sucederá en el poder la ya exformación gobernante de Lotay Tshering, el Druk Nyamrup Tshogpa (DNT), que quedó fuera de la carrera electoral a las elecciones primarias del noviembre pasado.
Con los dos tercios de los escaños en liza en su poder, Tobgay, de 58 años, se convierte en el primer mandatario que repite como a cargo de primer ministro de Bután desde que este pequeño país situado entre la India y China se convirtió en una monarquía constitucional en el 2008.
La economía de Bután, tocado
Tobgay llega en un momento delicado para la economía de Bután, que acarrea las secuelas de la covid-19, provocando los últimos dos años un aumento de la emigración de jóvenes en países como Australia. El turismo no ha podido generar suficientes ingresos como solía generar a los niveles de covid. Y obviamente, una vez más, la economía sigue privada de ingresos, y creo que este es un momento muy desafiador para cualquier nuevo primer ministro", ha indicado a Efe el analista Aditya Gowdara Shivamurthy, miembro asociado del Observer Research Foundation (ORF). "Lo que Bután busca principalmente es este tipo de crecimiento económico sostenible que también pueda generar inversiones económicas y, al mismo tiempo, que pueda mejorar la situación económica del país", añadió al analista.
En este sentido, Tobgay "es prácticamente el candidato adecuado que está capacitado para continuar adelante", al tratarse de un líder con experiencia en el lugar, ha sentenciado Shivamurthy.
Una apertura tímida al turismo
El montañoso y asilado reino ha apostado los últimos años por abrirse tímidamente, pero sigue firme en su voluntad de evitar el turismo masivo y preservar una identidad modelada, ante otras minorías. Algunos portales de turismo, como activeadventures.com, aseguran que Bután es un país muy seguro para visitar, el crimen es poco común, incluso el delito pequeño. El país no tiene semáforos, en cambio, hay vigilantes de tráfico y en los locales los encanta. Así, destacan también que la producción y venta de tabaco es ilegal, así como la caza y la pesca (excepto la captura y la liberación).