Un tribunal de París ha condenado este jueves a cadena perpetua a Peter Cherif por delitos de terrorismo relacionados con los atentados contra el semanario satírico Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015, que dejaron doce muertos y once heridos. Cherif, de 42 años, ha sido juzgado por delitos de terrorismo cometidos entre los años 2011 y 2018 y por el secuestro de tres trabajadores humanitarios franceses en Yemen el 2011.

Cadena perpetua y medida adicional de 22 años

El juez le ha impuesto a Cherif la cadena perpetua y una medida de seguridad adicional de 22 años, tal como habían solicitado los fiscales, quienes presentaron a Cherif como un "yihadista integral" y "piedra angular" de los atentados a la revista satírica Charlie Hebdo, que se cometieron en venganza por unas viñetas satíricas del islam.

Miembro de Al Qaeda

Cherif ha sido acusado de haber ingresado en las filas de Al Qaeda en Yemen y de participar en el entrenamiento de Chérif Kouachi, uno de los autores materiales de la matanza de París, así como de haber ejercido de "reclutador", "propagandista", "instructor militar" y "carcelero" durante sus años en ese país. Peter Cherif se ha acogido a su derecho a guardar silencio y solo ha reconocido haber sido el "carcelero" de los tres cooperantes franceses que fueron secuestrados y de servir de "traductor" ante el grupo terrorista.

El 7 de enero de 2015, dos yihadistas armados con fusiles, Chérif Kouachi y Saïd Kouachi, ingresaron en la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo en París y abrieron fuego contra los empleados durante una reunión editorial, causando 12 muertos. Entre las víctimas se encontraban dibujantes y periodistas del medio. Los atacantes, que aseguraron actuar en nombre de Al Qaeda en Yemen, perpetraron el atentado en represalia por las caricaturas del profeta Mahoma publicadas por la revista. El 11 de enero, unos dos millones de personas, entre ellas más de 40 líderes mundiales, participaron en París en una marcha por la unidad nacional, y 3,7 millones de personas se unieron a las manifestaciones en toda Francia. La frase Je suis Charlie (Yo soy Charlie, en francés) fue un lema común de apoyo a las manifestaciones. La siguiente edición de Charlie Hebdo vendió siete millones de copias en seis idiomas.

El semanario satírico volvió a publicar, en 2020, las caricaturas de Mahoma, por las que en el 2006 se convirtió en el blanco de yihadistas, que finalmente atacaron la redacción en el 2015. "Nunca nos doblegaremos. Nunca renunciaremos", escribió Riss (seudónimo de Laurent Sourisseau), que sobrevivió al ataque con graves heridas y hoy dirige el semanario, en el editorial. En los dibujos aparecía una caricatura del profeta llorando de rodillas y con el mensaje "Es duro ser amado por idiotas".