Rusia inició la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero. Más de seis meses después, está claro que la guerra ha cambiado muchísimas cosas. El día a día para los ucranianos ha cambiado de manera sustancial, sobre todo en las regiones más afectadas por la guerra, pero también en otras ciudades. Donde ha cambiado la vida también está en Rusia, a pesar de los intentos del Kremlin y de Vladímir Putin para tapar los efectos colaterales de la guerra. El periodista que trabajó en el canal ruso RT hasta el día de la invasión Jonny Tickle se marchó el mes de marzo, pero ahora ha vuelto. Y a través de un hilo de Twitter ha querido poner de manifiesto algunos cambios que ha notado.

"Moscú es casi como era. El cambio casi no se nota. En cambio, han subido los precios de algunas cosas y hay señales que indican que podría ir a peor". Se refiere a los precios de los restaurantes, ropa o los precios de viajes. En este sentido, destaca que para la gente rica, el nivel de vida en Moscú es como estaba antes de la guerra. Las discotecas más exclusivas están abiertas. Ahora bien, destaca que el precio de los alimentos sí que ha subido. "En los supermercados rusos, los precios han subido. A pesar de todo, no puede ser atribuido directamente a las sanciones. Rusia ya estaba experimentando una inflación en estos productos antes del 2022, que era un reto para los que vivían fuera de la capital". La ropa, destaca Tickle, está a precios desorbitados. Las empresas rusas han aprovechado para encarecer los precios y el hecho de que no haya competencia occidental hace que la alternativa para comprar ropa de abrigar sea inexistente. Para esquivar estos precios, los rusos que se lo pueden permitir se van hasta Bielorrusia para comprar. Bielorrusia todavía tiene tiendas occidentales y no necesitan un visado especial de entrada para llegarse, recuerda.

Otra de las cosas que el periodista destaca que los rusos han perdido es la manera de pagar. "He perdido la cuenta de las veces que he salido sin la tarjeta de crédito pensante que podría pagar con Apple Pay", comenta. Ahora bien, destaca que la mayoría de rusos parecen acostumbrados a eso. También recuerda que han perdido la mayoría de servicios como iCloud o Netflix. Y asegura que "todo el mundo en Rusia sirvió una VPN (para poder conectarse). Instagram, que fue bloqueado, sigue siendo activo". Pero no todo el mundo tiene las herramientas para acceder o conectarse a una VPN, con lo cual, el periodista insiste en que mucha gente está desconectada. Viajar, dice, sea nacional o internacionalmente se ha encarecido muchísimo. Hay que mencionar que, a consecuencia del coronavirus, el turismo interno se potenció mucho.

¿Cómo ha cambiado la actitud de los rusos desde que empezó la invasión?

Tickle corrobora que se ha basado en actitudes de rusos con las cuales ha podido interactuar. De esta manera, conoce o ha hablado con pocas personas que den apoyo a la invasión rusa de Ucrania. Sobre todo, entre la gente joven que, mayoritariamente son sus contactos. Cree, sin embargo, que el apoyo podría ser más importante fuera de la burbuja de Moscú. Los abuelos de estos contactos que explica sí que dan apoyo a la guerra, sobre todo después de mirar canales de la televisión estatal. Así, insiste en que los jóvenes en Rusia casi no miran la televisión. Se informan a través de Telegram, miran Youtube, Netflix y otros portales. El periodista, sin embargo, resalta en numerosas ocasiones que sus comentarios en Twitter no son universales, sino más bien anecdóticos.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, en Vladivostok / Efe