"Conoce al nuevo verificador de datos, desmitificador y moderador de Meta: tú", así resume The New York Time el nuevo plan de Meta para dejar en manos de sus usuarios la tarea de frenar (o no) la desinformación en sus plataformas como Facebook o Instagram. Bajo la bandera de la libertad de expresión, Mark Zuckerberg se suma al carro de X (antes Twitter), y cambia su sistema de verificación de información a la plataforma. Repasamos los cambios que supone esta decisión de Zuckerberg que lo acerca a la nueva Administración de Donald Trump.
¿Cómo se verificaba la información en Meta hasta ahora?
En el marco de la primera victoria a las elecciones presidenciales de Donald Trump el año 2016, lo entonces Facebook se quiso erigir en una de las fuerzas en las redes sociales contra las fake news. Desde aquel momento empezó a desarrollar el programa de verificación de contenido, del cual hizo bandera durante años. Según informa Xataka, el programa de verificación utilizaba más de 90 organizaciones externas que examinaban la veracidad de los contenidos en las plataformas de Meta en más sesenta idiomas.
Resumidamente, hasta ahora, eran profesionales externos los que estudiaban los contenidos de las redes de Meta que habían sido denunciados por ver si eran veraces o si incumplían las normas de la plataforma, las cuales no va estrictamente ligadas a la calidad de la información sino otros aspectos como la desnudez. Todo este sistema profesionalizado y que la compañía hacía años que construía a un gran coste quedará desmantelado. ¿Y ahora qué?
¿Cómo se verificará el contenido en un futuro?
Meta abraza al modelo de X (antes Twitter). Es decir, el trabajo que hasta ahora hacían verificadores y moderadores profesionales la harán los mismos usuarios. Para conseguirlo se exportará una herramienta ya implantada a la plataforma de Elon Musk: las Notas de la Comunidad. Los usuarios del antiguo Twitter pueden responder a una publicación de la plataforma para corregirla a través de las Notas de la Comunidad. Por ejemplo, si un tuit sostiene que la tierra es plana, los usuarios pueden corregirlo con forma de una nota al pie. Estas correcciones son voluntarias y colaborativas, pero no eliminan la desinformación en sí (excepto si la plataforma considera que viola sus reglas).
El mismo Zuckerberg ha adelantado que quiere implantar un modelo como el de X. Sin embargo, este presenta muchos puntos débiles. Aunque la medida se enmascara en la libertad de expresión, este implica que son los usuarios quien cargan el peso de la verdad en la plataforma. De manera que si ninguno de los habitantes de una plataforma se molesta en corregir una mentira, allí se quejará. El Washington Post destaca que Meta apuesta por explotar a sus usuarios como verificadores para reducir costes económicos y políticos. La explotación de los usuarios en las plataformas no es nueva, ya que se utilizan y se venden sus datos a terceros, sin embargo, ¿hasta dónde se quiere hacer trabajar a las personas que usan las redes?
"La plataforma ahora no tiene ninguna responsabilidad sobre nada de lo que se dice. Pueden descargar la responsabilidad sobre los mismos usuarios", denuncia a The New York Times Alex Mahadevan, al director de un programa de alfabetización mediática del Instituto Poynter denominado MediaWise, en relación con el modelo de Notes de la Comunidad.
Choque con la Unión Europea
"Nos desharemos de los verificadores de datos y sustituirlos por notas comunitarias similares a X, empezando por los Estados Unidos (EE.UU.)", ha señalado Zuckerberg. Implantar este modelo en unos Estados Unidos que empiezan una nueva etapa republicana deseando este tipo de cambio es una cosa, exportarlo a la Unión Europea (UE) es otra de muy diferente. Durante años, las redes sociales americanas se han encontrado con la resistencia de la UE para actuar como lo hacían a los EE.UU. Sea por la explotación de datos o la privacidad de los usuarios, las redes sociales estadounidenses han acabado pasando por el enderezador impuesto por las instituciones europeas. En este caso todo apunta a un nuevo choque,
Según informa The Guardian, los legisladores de la UE y del Reino Unido ya han criticado la decisión de Zuckerberg. El propietario de Meta renegaba el pasado martes que Europa se había convertido en un lugar con "un número cada vez mayor de leyes que institucionalizan la censura". El magnate hace referencia a la ley de servicios digitales que regula mínimamente el contenido en línea. Justamente este tipo de legislación dificultará que Meta pueda hacer lo mismo que en los EE.UU. en Europa.