Crece el número de escoceses que ven un camino alternativo hacia la independencia. La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, ya ha esbozado la vía que quiere seguir para celebrar el segundo referéndum de autodeterminación después de que el Tribunal Supremo del Reino Unido confirmara que convocarlo sin el aval de Londres es anticonstitucional. Su partido, el Scottish National Party (SNP), apuesta por convertir las próximas elecciones generales (antes del 2025) en un referéndum de facto. Sin embargo, la impaciencia de los nacionalistas crece, y las últimas encuestas revelan un incremento en el sentimiento independentista después de que el Supremo confirmara que la pertenencia a la Unión no es voluntaria. Cada vez son más los que no le ven recurrido a la estrategia de Sturgeon de seguir por el camino estrictamente "legal". De hecho, muchos no comprenden cómo piensa hacer efectivo el resultado de un referéndum de facto sin el aval de Londres. La alternativa, que el SNP ya ha rechazado, es convocar elecciones al Parlamento escocés y hacer que el referéndum de facto se haga en Holyrood en vez de Westminster. Hay que recordar que los nacionalistas escoceses ya mandan desde hace quince años y, hoy por hoy, cuentan con una mayoría absoluta parlamentaria.
¿Por qué no en Holyrood?
Precisamente, en su decisión, los magistrados del Supremo rechazaron el argumento de Sturgeon que un referéndum podría ser meramente consultivo y no necesariamente vinculante, porque reconocieron que, a efectos prácticos, un referéndum tiene suficiente "autoridad" en una "cultura política fundamentada en la democracia" como es la del Reino Unido. Es decir, admiten (y temen) el poder de la urna y la repercusión que puede tener en la democracia si no se respeta un mandato electoral. Para algunos independentistas, como la diputada del SNP en Londres Joanna Cherry, "unas elecciones en Holyrood nos darían la ventaja de un mejor control sobre el calendario y una franquicia que incluye a los votantes más jóvenes, a los ciudadanos de la UE y a los refugiados [...] Refleja quien somos como país y lo que queremos para las personas que hacen de Escocia su hogar", dijo en The National tras el veredicto del Supremo.
El plan B de Sturgeon
Una declaración de independencia es posible incluso sin referéndum. Y es que la Constitución no-escrita del Reino Unido permite, como pasó con la independencia de Irlanda, que uno de los territorios se marche de la Unión según los términos que hayan pactado las dos partes. En el discurso donde aceptó el bloqueo del TS, Nicola Sturgeon se reafirmó en la voluntad de convertir las próximas generales británicas en un referéndum de facto: "Es la primera y más evidente oportunidad" para hacerlo. La mandataria también anunció la convocatoria de un consejo nacional extraordinario de su partido, el SNP, para el año que viene para trazar el nuevo camino.