Los incendios que queman Canadá ya han devastado 100.000 kilómetros cuadrados, una superficie similar a la de Islandia, según el último balance publicado por el Centro de Incendios Forestales de Canadá. En estos momentos, hay 894 incendios activos y desde enero se han registrado 4.090. La de este año es la peor temporada de incendios de la historia del Canadá.
Del total de incendios activos hay 564 no controlados, 106 en vías de estar controlados y 224 bajo control. Y en las últimas horas se han contabilizado cuatro nuevos incendios. Las altas temperaturas y la sequía también han castigado el resto de Norteamérica. Así, se han vivido temperaturas máximas en ciudades como Nueva York, Detroit o Chicago. De hecho, en estas ciudades se han podido ver las nubes amarillentas provocadas por los incendios.
Hasta ahora, el 1995 era el peor año con respecto a los incendios en el Canadá. Entonces, se quemaron 71.000 kilómetros cuadrados.
Una bombera muere durante las tareas de extinción
Una bombera ha muerto cuando trabajaba en las tareas de extinción de los centenares de incendios forestales que asedian el país, según han informado este viernes a las autoridades canadienses. Aunque no han identificado a la muerta ni han detallado las circunstancias de la muerte, el sindicato de bomberos de Columbia Británica, en el oeste del país, ha comunicado que se trata de una mujer joven que participaba en la extinción de un incendio cerca de la localidad de Revelstoke, a unos 500 kilómetros en el nordeste de Vancouver.
La situación en Canadá es "increíblemente grave"
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha lamentado la muerte a través de un mensaje en Twitter y ha agradecido la tarea de los bomberos para acabar con las llamas. "No tenemos que olvidar nunca los riesgos que estos héroes asumen cada vez que corren hacia el peligro. A los bomberos de Columbia Británica y a los de todo el país que lo hacen para mantenernos seguros: gracias", ha tuiteado. Trudeau ha añadido que las autoridades federales canadienses desplegarán recursos en la provincia del Quebec, al este del Canadá, para apoyar las tareas de evacuación de la población amenazada por las llamas. La situación en el país, ha afirmado, sigue siendo "increíblemente grave".