El candidato a primer ministro francés por la formación ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Jordan Bardella, se ha presentado este lunes como "la única alianza creíble" con un programa "responsable" y "respetable" ante lo que considera un "caos generalizado" de la izquierda, que se ha unido bajo el Nuevo Frente Popular para las legislativas del 30 de junio y el 7 de julio. "La alternativa es entre Jean-Luc Mélenchon y nosotros", ha afirmado en relación con el líder de La França Insumisa (LFI), figura extremadamente controvertida incluso en la izquierda, que incomoda a los otros tres grupos del Frente Popular, los socialistas, los ecologistas y los comunistas.
En una conferencia de prensa convocada para detallar su programa, Bardella no ha tardado en señalar que el bloque político centrista-liberal del presidente francés, Emmanuel Macron, no tiene ninguna posibilidad de ganar los comicios, destacando que todo se reduce en una lucha entre Agrupación Nacional y la alianza de la izquierda. Así, Bardella, utilizando la retórica habitual de la extrema derecha, ha apuntado que "votar LFI es votar al FMI" (Fondo Monetario Internacional), y que así Francia se convertiría en una "Venezuela sin petróleo", mientras que su partido es "la alternativa responsable".
El candidato de Agrupación Nacional ha dejado abierta la opción de gobernar sin mayoría absoluta, una cuestión que la semana pasada descartó. "Veremos", se ha limitado a responder, si bien ha precisado que si tiene que cohabitar como primer ministro con Macron -cuyo mandato de presidente no acaba hasta mayo del 2027- será "respetuoso" con su función de jefe de Estado, sin embargo, "intransigente con la política con que seremos elegidos".
El programa de la extrema derecha francesa: supresión de exenciones fiscales, políticas racistas y otras medidas populistas
Sobre su programa, Bardella ha señalado una serie de medidas populistas de urgencia, como es la rebaja del tipo de IVA del 20% al 5,5% para el combustible, el gas y la energía. Asimismo, ha defendido un recorte en la contribución al presupuesto europeo o la supresión de exenciones fiscales para estabilizar las cuentas públicas.
La seguridad y la lucha contra la inmigración, junto con el poder adquisitivo, son los tres grandes ejes del programa de la formación ultraderechista. Entre las medidas, se incluye la reinstauración de penas mínimas para algunos delitos, la retirada de ayudas sociales a los padres de menores delincuentes, la expulsión de extranjeros delincuentes (que necesita la autorización de los países de origen) o la reinstauración de un delito de estancia irregular para las personas en situación irregular. También la supresión del derecho del suelo, que permite a los hijos de extranjeros nacidos en Francia acceder automáticamente a la nacionalidad francesa.
Con respecto al ámbito de la vivienda, la extrema derecha promete eliminar algunas reglas medioambientales que considera "excesivas". También pretende recortar medidas vinculadas con la protección de la naturaleza, con una clara intención de acabar "con la sinrazón normativa europea", cosa que se tendría que traducir en menos reglas medioambientales y una simplificación administrativa para los agricultores.