Un oso negro asiático entró este sábado en un supermercado de la ciudad de Akita, al noreste de Japón, y atacó a un empleado, causándole algunas heridas. Este lunes ha sido capturado y sacrificado, según ha confirmado la policía local. El animal, confinado durante dos días en el establecimiento, quedó atrapado en una de las trampas con miel, manzanas y pan que las autoridades habían instalado para capturarlo en una zona de almacenamiento de la tienda. Entonces, el animal ha sido sacrificado a las 8:10 hora local —23:10 h del domingo en Barcelona—. 

Unos 20 empleados del supermercado fueron sorprendidos el sábado por la entrada del oso, de un metro de altura aproximadamente, mientras se preparaban para el inicio de la jornada, antes de abrir al público. Hacia las 6:20 hora local —21.20 h del viernes—, el animal atacó a uno de los trabajadores, de 47 años, que sufrió heridas en la frente y las orejas, aunque su vida no ha corrido peligro, según ha informado la Policía y recogen los medios locales.

Récord de avistamientos en Japón

Las autoridades japonesas han pedido a la población que esté alerta este otoño, antes de que los osos comiencen a hibernar, tanto en áreas rurales como urbanas, debido al número récord de avistamientos de estos animales durante este año en zonas pobladas. Ante el aumento de avistamientos y ataques de osos negros asiáticos en los últimos años, varios municipios japoneses han implementado sistemas digitales de vigilancia para localizar osos que se adentran en zonas habitadas por humanos.

El cambio climático, un factor de riesgo

El sistema de seguimiento de la ciudad de Akita había alertado precisamente de cuatro avistamientos el viernes en la localidad, de unos 300.000 habitantes. Expertos creen que el número creciente de encuentros con osos en Japón responde a los efectos del cambio climático, que hace escasear los frutos e insectos de los que se suelen alimentar y los empuja a aventurarse en entornos poblados en busca de sustento.

Oso negro asiático

El oso negro asiático, o también conocido como oso tibetano, es un animal omnívoro que habita buena parte del continente asiático, desde Irán hasta Japón, especialmente en zonas boscosas montañosas. Puede llegar a medir hasta un metro noventa de altura y pesar unos 200 kilos en el caso de los machos, de manera que es un oso de tamaño medio, más pequeño de media que el oso polar o el oso pardo. Este animal se puede identificar por el manto de pelo negro en todo el cuerpo, a excepción de parte del pecho que acostumbra a ser de pelo blanco. Se lo considera una especie vulnerable, en un estado de conservación amenazado.