La campaña de Kamala Harris podría verse sorprendida este martes por la noche por un baño de realidad. Un enfrentamiento cara a cara con un Donald Trump crecido y amenazante en un debate. La vicepresidenta ha transformado las elecciones de este 2024, especialmente después de que Joe Biden anunciara que finalmente no se presentaría. Ella ha vuelto a varios estados clave y ha hecho que los demócratas sueñen con un sorprendente cambio de rumbo en una carrera que la mayoría pensaba que estaban a punto de perder.

A pesar de todo, su éxito al unificar el partido y presentarse como una voz fresca no ha traído, por ahora, un camino ni estable ni seguro hacia los 270 votos electorales que se necesitan para ganar la presidencia. De hecho, si las elecciones fueran el martes, el expresidente, que ha desafiado un intento de asesinato y varios cargos penales, todavía podría ganar.

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La importancia de los debates presidenciales

Los debates presidenciales no acostumbran a decidir las elecciones, a pesar del impacto catastrófico que tuvo el último de Biden. Ahora bien, la noche del martes representa la mejor oportunidad que queda para que Harris presente un argumento decisivo que podría frustrar el retorno histórico de Trump. Su misión en Filadelfia requerirá el uso de habilidades retóricas que a menudo han sido cuestionadas en una vicepresidencia desigual. Si bien ha tenido sus momentos en debates y audiencias del Senado, Harris a veces ha tenido dificultades para articular políticas y respuestas claras bajo presión en situaciones espontáneas.

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Su disposición a someterse solo a una entrevista importante en los medios desde que se convirtió en la candidata demócrata, en la CNN el mes pasado, solo ha elevado el nivel de interés por el que hasta ahora ha sido el único debate programado con Trump. Y si bien el expresidente ya ha participado en debates presidenciales en tres elecciones diferentes, esta será la primera incursión de Harris en el escenario de debates desde la reunión con el exvicepresidente Mike Pence en el 2020.

Harris, en el punto de mira

En su intento de convertirse en la primera mujer negra y presidenta con orígenes del sur de Asia, Harris se enfrentará por primera vez a un rival que hará cualquier cosa para ganar y que tiene un historial de utilizar insultos raciales y de género para obtener beneficios políticos. Trump ha cuestionado su inteligencia y raza como mujer negra y ha amplificado una insinuación sexual sobre ella en las redes sociales. Pero la vicepresidenta parece decidida a no caer en las trampas. En su entrevista con CNN se negó a abordar la retórica racial de Trump, desestimándola como el "mismo viejo y cansado manual" y añadió: "Siguiente pregunta, por favor".

Harris tiene mucha menos experiencia política de alto nivel que la candidata demócrata del 2016, Hillary Clinton, o que Biden cuando se enfrentaron a Trump a los debates presidenciales. E incluso algunos miembros de su propio partido no creían que ella fuera la líder demócrata con más potencial para una era posterior a Biden. Pero este martes, Harris tiene la oportunidad de cambiar las percepciones sobre su perspicacia política y marcar un hito en la carrera hacia el 5 de noviembre.

Las oportunidades de Harris

Si Harris puede soportar la presión y hacer frente a los ataques de Trump, el debate le podría ofrecer oportunidades para imponerse. Un ejercicio exitoso el martes por la noche podría establecer las bases para que la vicepresidenta convenza a los votantes indecisos en estados clave de que tiene planes creíbles para mejorar sus vidas. Una encuesta del New York Times/Siena College publicada este fin de semana insinuó las posibilidades que ella crezca, y concluyó que el 28% de los posibles votantes quería saber más sobre la vicepresidenta, mientras que solo el 9% pensaba lo mismo del candidato republicano.