Jerusalén despierta de la tercera noche de protestas y choques con la policía y el ejército en la zona este de la ciudad. El 9 y 10 de mayo se celebra el llamado Día de Jerusalén, que coincide con la ocupación y el anexo de la ciudad por parte de Israel el año 1967. Es precisamente este acontecimiento el cual los sionistas pretendían celebrar con desfiles de banderas por las áreas musulmanas, un hecho que, en los ojos de los palestinos, supone una provocación en toda regla.
Como a consecuencia, la violencia entre los musulmanes y la policía ha estallado en la zona, en especial en el complejo de la mezquita Al-Aqsa, una de las localizaciones más sagradas del Islam. Durante los últimos tres días de disturbios, centenares de manifestantes palestinos han resultado heridos por las cargas policiales, que han utilizado granadas de gas lacrimógeno y balas de goma contra los creyentes. Hoy, los enfrentamientos hasta dentro de la mezquita.
Escalada de tensiones
Este lunes, la tensión entre los dos bandos ha llegado a un punto álgido, ya que se esperaba que el Tribunal Supremo de Israel dictara hoy mismo la sentencia sobre un posible desahucio de más de 70 palestinos de un distrito de la zona este ocupado por los judíos, una decisión que ahora se ha visto aplazada a causa de la violencia. La anticipación por los desalojos en el barrio de Sheikh Jarrah despertaron protestas a partir del viernes, que resultaron en al menos 205 heridos, según la Media Luna Encarnada.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, ha pedido al embajador palestino en la ONU, Riyad Mansour, que solicite una reunión del Consejo de Seguridad del organismo para debatir la situación en Jerusalén, después de lo que ellos consideran persecución por parte del ejército israelí durante la época del Ramadán.
"Campo de batalla"
Según el diario Al Jazeera, la Explanada de las Mezquitas se ha convertido en un auténtico "campo de batalla". Los testimonios de los disturbios, muchos de ellos todavía atrapados dentro de la mezquita de Al-Aqsa, relatan la brutalidad con la cual las fuerzas de seguridad cargan contra los fieles palestinos, que dicen "están sufriendo por inhalación de gas" y se les está dificultando la asistencia médica dentro del complejo. Además, los manifestantes denuncian cómo la policía dispara indiscriminadamente contra las masas dentro de la mezquita, incluso contra el personal médico.
Anticipando el desfile de los sionistas con motivo del Día de Jerusalén, los palestinos los esperaban en la Explanada de las Mezquitas con piedras, barras de hierro y cócteles Molotov, pero han acabado atacando a las fuerzas de seguridad con lanzamientos cuando no se ha permitido a los judíos entrar en la zona.
Entre los dos bandos, el diario contabiliza a 215 heridos, entre ellos 4 en estado crítico, y alerta de al menos seis periodistas palestinos también heridos durante la emboscada.
Una zona sagrada
Israel celebra el Día de Jerusalén, o el día de la reunificación de la ciudad en el cual los judíos capturaron la parte este, también denominada Ciudad Vieja, en junio de 1967 después de la guerra de los Seis Días, un hecho que para los palestinos marca el inicio de la ocupación judía. En esta festividad, los sionistas desfilan por esta parte de la ciudad, incluidas las partes musulmanas y las zonas de culto, todo ondeante banderas de Israel. Todavía hoy, la zona este de la ciudad de Jerusalén es la sede de las localizaciones religiosas más veneradas, tanto por el Islam como por el judaísmo.
En preparación de posibles enfrentamientos y para contener la situación, la Policía israelí vetó hoy el acceso de los judíos a la Explanada de las Mezquitas. Por la tarde está prevista una gran marcha por la Ciudad Vieja de ultranacionalistas judíos, lo cual podría exacerbar las tensiones entre civiles.