Carles Puigdemont ha lamentado el atentado contra Salman Rushdie y ha deseado "¡que su voz no se apague!". "Es una noticia muy triste", ha expresado en un tuit, antes de recordar que "han pasado más de 30 años desde que el régimen teocrático de Irán le pidió la muerte acusado de blasfemia". "Por eso es uno de los referentes mundiales de la lucha por la libertad de expresión", ha concluido al president en el exilio. Por su parte, el escritor indio-británico ha sido trasladado al hospital en helicóptero después de ser apuñalado en el cuello: de momento, sigue en estado grave.
El autor ha sido atacado en Nueva York este viernes, cuando iba a dar una conferencia. La agresión ha tenido lugar mientras participaba en un acto en la localidad de Chautauqua (en el oeste del estado de Nueva York). La policía local ha confirmado que "ha sufrido una puñalada en el cuello", de manera que ha sido trasladado al hospital en helicóptero. Los vídeos y las imágenes difundidas a las redes sociales muestran cómo un individuo lo tumba y como de golpe lo atienden rápidamente en el escenario. Personas como el escritor norteamericano Carl LeVan han asegurado en Twitter que ha presenciado la agresión y que Salman Rushdie "ha sido apuñalado varias veces antes de que el atacante fuera reducido por la seguridad".
Salman Rushdie, 'Los versos satánicos' e Irán
Como ha señalado Puigdemont, Rushdie es autor de unos escritos que generaron amenazas de muerte por parte del Irán durante la década de 1980. Tiene 75 años y ha pasado a muchos de ellos amenazado por Irán, después de haber escrito la novela Los versos satánicos (1988). El libro fue considerado una blasfemia por las autoridades iraníes, hasta el punto que el ayatolá Jomeini emitió el año 1989 un decreto para pedir la muerte del escritor. Si bien el gobierno de Irán se acabó distanciando de la fetua de Jomeini, una fundación religiosa semioficial del país elevó el año 2012 la recompensa por el autor: de 2,8 millones de dólares a 3,3 millones de dólares.
Se trata de una novela que combina la reflexión filosófica con el sentido del humor. La obra despertó la ira de muchas personas musulmanas chiíes: consideraron que el texto era un insulto al Corán, a Mahoma y a la fe islámica. Entonces, estuvo prohibido en India, Pakistán, Egipto, Arabia Saudí y Sudáfrica. Salman Rushdie ha vivido desde entonces con protección de guardaespaldas. Vive en Nueva York y este viernes tenía que dar una conferencia en un centro cultural de una localidad ubicada en el oeste del estado de Nueva York.