El rey Carlos III ha decidido cerrar las puertas del Palacio de Buckingham, al menos hasta el 2027 para hacer frente a uno de los cambios más importantes de su historia. Últimamente, ha sido el lugar escogido por los reyes para resguardarse del frenesí del trono. The Sunday Times ha publicado que la visita el emir de Qatar, convocada para el miércoles 4 de diciembre, será la última visita oficial que acoja el palacio de Buckingham hasta al menos 2027, año que está previsto que acaben las obras de reforma de la residencia oficial de Carlos III y Camila. A partir de entonces, las cenas y los actos oficiales ceremoniosos se harán en el castillo de Windsor, situado a unos 45 minutos en coche desde Londres, mientras que las audiencias más rutinarias que acostumbran a hacer los miembros de la familia real británica que se acostumbran a celebrar en la Picture Gallery y otras salas del palacio empezarán a celebrarse también en el palacio de S. James, situado como Buckingham en el centro de Londres, pero menos conocido por el público a pesar de su valor histórico, ya que fue construido por Enrique VIII y es la residencia más antigua del rey.
Reforma millonaria
El palacio de Buckingham será reformado con 369 libras, es decir, 430 millones de euros de dinero público, que se utilizarán para modificar todas las salas del edificio menos sus estancias, que serán reformadas con el dinero del rey, ya que la utiliza puntualmente. Entre los planes de futuro del palacio, se espera que el rey haga "un uso residencial potencial" de las habitaciones que tiene asignadas para necesidades personales, por eso serán reformadas. Se trata de las primeras reformas desde la Segunda Guerra Mundial de este emblemático palacio, que tiene un total de 775 habitaciones y sirve tanto de residencia privada para el monarca como para actos institucionales.
La cifra del presupuesto se aprobó en 2016 al considerarse que eran "obras esenciales" para que Buckingham pudiera seguir funcionando como epicentro de la vida institucional y la agenda oficial de la Corona británica. Durante el reinado de Isabel II, la infraestructura del edificio necesitaba una "revisión completa para evitar daños a largo plazo en el edificio y su contenido" y ya se calculaba que se tardarían aproximadamente 10 años por completarse. En esta reforma también se pensó en adaptar la residencia real a la sostenibilidad económica y ambiental, a pesar de que, en los últimos años solo se han empezado a hacer pequeños cambios, como desplazar el despacho privado del rey del ala norte a lo que era el apartamento privado de la Reina Isabel II, la Suite Belga, situada en la planta baja, o renovar el cableado y los sistemas de calefacción. El rey también ha desplazado sus salas de reuniones y el comedor donde toma el té de la tarde todos los días a la Suite Belga, tal como explica The Sunday Times. La suite de habitaciones que utiliza ahora incluye la Sala Orleans, en la que nació el 14 de noviembre de 1948. Todo apunta que las estancias de Carlos III y Camila serán trasladadas a Clarence House, su hogar desde que se casaron.
Durante los próximos tres años, las salas más importantes del palacio se cerrarán gradualmente para realizar reformas, empezando por el Salón Blanco, el Salón de Música, el Salón Azul y el Comedor de Estado al "lado del jardín" del palacio. El ballroom, donde tradicionalmente se celebran los banquetes de Estado, será el siguiente al renovarse seguido de las salas de Estado en el "lado cuádruple" del palacio, que incluyen el Salón del Trono y el Salón Verde.