Día de contrastes en Londres. La moderna City contrastaba este sábado seis de mayo con la antigüedad de la inmensa cantidad de elementos que han rodeado la coronación de Carlos III y Camila. Carrozas, coronas centenarias y tronos que fechan del siglo XVIII, son algunas de las indumentarias que este sábado han servido para coronar al hijo de Isabel II como nuevo rey de Reino unido. La ceremonia de coronación ha durado más de dos horas, desde la salida del rey Carlos III y la reina Camila de Buckingham Palace, hasta que ha acabado el acto en la abadía de Westminster y de vuelta a palacio para saludar al pueblo ya como nuevo rey. En este multitudinario acto, posiblemente el más relevante que ha vivido la ciudad de Londres desde la coronación de Isabel II, han acudido centenares de personalidades de todo el mundo; primeros ministros, familias reales, aristócratas ingleses y líderes políticos del Reino Unido y el Commonwealth. Entre los asistentes, el Rey Felipe VI y Letícia, con un polémico traje. También el príncipe Enrique, sin su esposa, Meghan Markle, quien se ha quedado en los Estados Unidos con los hijos.
🔴 Coronación del rey Carlos III en Inglaterra, DIRECTO | Última hora y dónde ver la ceremonia
La larga ceremonia, no más larga que los 74 años de espera de Carles para llegar en el trono, ha empezado a las 11:20 horas de este sábado con la salida de Carles y Camila del palacio de Buckingham, escuchados por una descomunal guardia a caballo y a pie que los ha acompañado durante todo el recorrido. Los reyes se han desplazado con la carroza Diamond Jubilee hasta la abadía de Westminster, donde los esperaba a la comitiva real y todos los invitados. Durante el trayecto, de Buckingham en Westminster pasando por la avenida The Mall y plaza de Trafalgar, los esperaban miles de espectadores en graderías distribuidas a lo largo de todo el recorrido. En su llegada a la abadía ha habido una escena un poco confusa. Durante unos minutos, Carles y Camila no bajaban de la carroza, mientras los invitados esperaban pacientemente dentro de la iglesia, hasta que finalmente y acompañados de un buen puñado de ayudantes, han entrado en la magnificente abadía de Westminster para dar el pistoletazo de salida a la coronación.
El acto de coronación de Carlos III y Camil·la: 8 pasos y más de hora y media
La ceremonia ha tenido varias fases. Primero el rey Carlos III ha sido presentado al pueblo por el arzobispo de Canterbury. Seguidamente, ha hecho el juramento, con tono solemne y sobre el evangelio, a respetar la ley y la Iglesia durante su reinado. El momento más importante de la ceremonia ha estado cuando el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha colocado sobre la cabeza de Carlos III la corona de San Eduardo, del siglo XVII. Después de colocarle la corona, el arzobispo ha llamado "Dios salve al Rey", seguido de una melodía de trompetas. Sentado en el trono de roble de San Eduardo, considerado el mueble más antiguo del Reino Unido y colocado sobre un mosaico medieval, Carlos III ha sido coronado después de recibir las diferentes insignias reales, que simbolizan las responsabilidades como el jefe de Estado británico hasta el día de su muerte.
Durante la ceremonia, el monarca también ha recibido el orbe del soberano, que simboliza el mundo; el cetro con cruz, que representa el mundo cristiano; y el cetro de la paloma, símbolo del papel espiritual del monarca. Vistiendo una capa dorada, el jefe de la iglesia de Inglaterra le ha entregado al rey el guante blanco del poder. La corona de San Eduardo, hecha en oro y decorada con rubíes, amatistas y zafiros, entre otras piedras preciosas, ha sido colocada sobre la cabeza del monarca por el arzobispo de Canterbury. Esta será la única vez en su vida que el monarca llevará la corona, de más de 2 kilogramos de peso.
Antes de la coronación, Carlos III ha sido ungido con aceite consagrado por el arzobispo, el rito religioso más solemne de la liturgia de la coronación, que requiere que el monarca esté temporalmente oculto al público. El soberano ha quedado tapado por un panel de tela bordada con ángeles y un árbol con 56 hojas que representan a cada uno de los países de la Mancomunidad Británica de Naciones, bendecida en la Capilla Real del Palacio de St. James hace una semana.
De vuelta a Buckingham y espectáculo aéreo
Después de la tediosa ceremonia a la abadía de Westminster, los nuevos reyes de Reino Unido han deshecho el recorrido que han hecho esta mañana, de vuelta en palacio para saludar en el pueblo. En una carroza dorada de más de 250 años de antigüedad, Carlos III y Camila han llegado a Buckingham de nuevo, encabezando un desfile de centenares de guardias, y también acompañados por la carroza de los herederos, desde donde el príncipe Guillermo y Kate Middleton saludaban en el pueblo.
Coronas en la cabeza y la capa bien puesta. Así han salido el rey Carlos III y la reina Camila al balcón de Buckingham Palace una vez coronados como nuevos reyes del Reino Unido. A ambos lados de los nuevos líderes de la Commonwealth han salido también los hijos y nietos, casi toda la familia real. Carlos III, casi sonriente, cosa que no ha hecho en toda la ceremonia, donde se ha mostrado serio y casi incómodo. Mientras tanto, un espectáculo aéreo y una demostración de fuerza del ejército. Helicópteros y aviones militares han ido pasando mientras miles de soldados esperaban en formación en los jardines del Palacio. Un día histórico y una ceremonia para la historia que se ha cerrado con esta imagen de los nuevos reyes del Reino Unido en el balcón de Buckingham Palace.