De media, los ciudadanos estadounidenses pagan entre 400 y 1.200 dólares al mes para costearse cobertura médica, que recae en manos de aseguradoras privadas. Se trata de precios muy altos desde la perspectiva de los países que cuentan con un sistema fuerte de sanidad pública, sin embargo, además, estos precios desorbitados no garantizan que las aseguradoras cubran todos los tratamientos de sus clientes. Hace falta tener en cuenta este contexto para tratar de entender cómo es que buena parte de la sociedad estadounidense ha recibido como un héroe a Luigi Mangione, presunto asesino del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, una de las aseguradoras privadas del país que más tratamientos deniega. La fascinación en torno a Mangione se mezcla con la rabia hacia las aseguradoras y sus CEO. Tanto es así que en Nueva York, escenario del asesinato, se han colgado varios carteles con las caras de otros directivos de grandes compañías con el mensaje Wanted (se busca, en castellano).

Lo que empezó como una lista en las redes de otros CEO de compañías de seguros sanitarios que podrían seguir la suerte de Thompson, ha traspasado las pantallas y ahora se puede encontrar por algunas calles de Nueva York. Varios carteles con los nombres y fotografías de otros CEOs han sido colgados en la gran ciudad bajo unas grandes letras rojas que rezan en inglés "se busca", imitando el formato de carteles de búsqueda de criminales. Sin embargo, ¿hasta qué punto es todo una amenaza real para estos directivos?

Según informa The Guardian, el departamento de policía de Nueva York (NYPD) ha advertido a los ejecutivos sanitarios de los Estados Unidos de un riesgo mayor para sus vidas después de identificar una "lista de posibles objetivos" online a raíz del asesinato de Thompson. A estas amenazas online ahora se suman los carteles colgados en Manhattan. El presunto asesino del CEO de UnitedHealthcare ha sido recibido por parte de la población como un mártir, cosa que preocupa a las autoridades y las compañías de seguros (así como otras grandes empresas), ya que se teme que pueda inspirar nuevos ataques.

Sin opción a fianza

De momento, Mangione se encuentra detenido sin derecho a fianza en Pensilvania por cargos de posesión de un arma de fuego sin licencia, falsificación y para proporcionar una identificación falsifica a las autoridades. Mangione ha comparecido ante un tribunal de Pensilvania estos martes, donde su abogado a volver a pedir que se fije una fianza sin ningún éxito.