La Casa Blanca ha estrenado este viernes un cuadro del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que representa el momento en que sobrevivió a un intento de asesinato durante la campaña electoral del año pasado, y lo ha colgado en la pared donde había el retrato del expresidente Barack Obama. Se trata de una pintura donde aparece el magnate con el puño arriba y la cara ensangrentada, escoltado por agentes del Servicio Secreto y con una bandera de Estados Unidos ondeando en el fondo, que emula la icónica instantánea de según después de que el republicano sobreviviera a un atentado contra su vida durante un mitin en Butler (Pensilvania) el 13 de julio del 2024. "Una nueva obra de arte en la Casa Blanca", ha publicado la institución en su cuenta oficial de la red social X.

Según el vídeo compartido por la Casa Blanca, el cuadro ha sido colocado en el vestíbulo de la residencia presidencial, encima de un banco y al lado de las escaleras. Durante los últimos meses de mandato de Joe Biden, el retrato de Obama era el que estaba colgado en este preciso lugar. La tradición, que se remonta en el año 1965, marca que las representaciones de los dos últimos presidentes son los que tienen que estar expuestos en la sala, pero el actual jefe de gobierno ha decidido que este espacio es todo para él, lo cual podría verse como una nueva ocasión en que Trump rompe con lo establecido. El retrato, además, ha sido colgado sin previo aviso, un procedimiento poco habitual en la residencia oficial del presidente de Estados Unidos.

El cuadro de Obama ha sido trasladado a otra pared donde solía colgar un retrato del expresidente George W. Bush., sin embargo, según ha adelantado Associated Press, la intención de la administración Trump es acercar la representación de Bush a la de su padre, el expresidente George H.W. Bush, que se encuentra en la escalera de la residencia. El mismo medio norteamericano ha revelado al autor del retrato de Trump es Marc Lipp, descrito por la Blue Gallery de Florida como "un artista moderno que traduce su amor por el arte a través de pinturas y esculturas".

¡"Luchad!, Luchad!, Luchad!"

El cuadro captura el momento posterior al atentado contra la vida de Trump durante un acto celebrado en Butler. El tirador, Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, disparó con un rifle de asalto, rozando la oreja derecha del magnate y matando un miembro del público, antes de que los agentes del Servicio Secreto lo interceptaran. El momento supuso un punto de inflexión en la campaña electoral del candidato republicano y su imagen con el puño arriba se ha convertido en una foto que glorifica su figura. ¡"Luchad!, Luchad!, Luchad"! se convirtió en un grito de concentración clave de su exitosa campaña de reelección.

Trump también se ha involucrado en otros cuadros. El mes de marzo, el presidente norteamericano ordenó la retirada de un retrato de su figura en el Capitolio del estado de Colorado porque consideraba que estaba "distorsionada a propósito". Asimismo, la pintura del atentado no es la única imagen simbólica que Trump ha colocado en la Casa Blanca, ya que en el pasillo que conduce al Despacho Oval cuelga la foto de la ficha policial que se le tomó en 2023 en una prisión de Atlanta, durante su declaración en un caso de injerencia electoral.