La segunda oleada de coronavirus ha impactado de lleno en Europa. También en Suecia, donde los ingresos hospitalarios han aumentado significativamente en un país que siempre ha tenido una política contraria a los confinamientos. "Consideramos que la situación es extremadamente grave", explicaba el director de servicios de salud y atención médica de Estocolmo, Björn Eriksson, en una entrevista en la emisora estatal SVT que recoge el diario británico The Guardian. "Seguramente, más personas necesitarán atención hospitalaria los próximos días".
De hecho, tal como recoge el rotativo, los hospitales suecos están tratando a unos 1.004 pacientes por Covid-19, según la misma SVT, un aumento del 60% con respecto a la semana anterior. Los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades sugieren que podría ser el aumento más rápido de Europa en pocos días.
Según recoge el diario británico, las nuevas infecciones también aumentan rápidamente. En los últimos siete días se han registrado más de 4.000 casos mientras que al principio de octubre había unos 500. Así, el epidemiólogo del país, Anders Tegnell –el Fernando Simón sueco– explicaba esta semana que el número de casos había mostrado un "aumento significativo respecto de la semana pasada". A pesar de estas palabras, el primer ministro, Stefan Löfven, detallaba el miércoles que la "infección se está propagando rápidamente" y que "el número de personas que requieren una entrada en la UCI se ha más que duplicado".
¿Qué propone el gobierno para controlar la infección?
Este miércoles, el gobierno ha anunciado la prohibición de la venta de alcohol en bares y restaurantes y también discotecas después de las 10 de la noche, desde el 20 de noviembre hasta finales de febrero.
Mientras algunos países han optado por cerrar bares y restaurantes o instaurar toques de queda, Suecia ha preferido mantener abiertas las instalaciones durante la pandemia y todavía no recomienda el uso de mascarilla fuera de los hospitales.
¿Dónde queda la inmunidad de grupo?
Tegnell siempre ha negado que el objetivo de todo fuera una inmunidad colectiva, pero si la intención de ralentizar el virus suficientemente para que los centros de salud puedan hacerle frente. A pesar de todo, también ha dicho que se esperaba que la segunda oleada de Suecia registrara menos casos que los países que han optado por un confinamiento por el supuesto nivel de inmunidad conseguido con la falta de confinamientos.
Pero las cosas no están yendo como se esperaba. Tal como recoge The Guardian con datos de la agencia estatal de noticias TT, los estudios realizados sugieren que la inmunidad en Estocolmo es significativamente más baja que lo que predijo la agencia nacional de salud. El 20% de las pruebas fueron positivas en comparación con el 16% o el 8,4% de las semanas anteriores.