Desde el estallido de la invasión rusa en Ucrania, Catalunya ha acogido casi a 19.000 refugiados, que escapan del horror de la guerra. La Cruz Roja ha publicado que 18.175 ucranianos han recibido sus servicios para conseguir alojamiento y a través de las asambleas territoriales, casi 6.000 personas han encontrado refugio por todos los municipios de Catalunya. Mientras Vladímir Putin continua con sus promesas de reducir sus ataques sobre Kíiv, Ucrania se va vaciando de personas que huyen por el horror de la guerra hacia países vecinos u otros de más lejanos donde vive parte de su familia o amigos que ya habían emigrado años antes. Hace días, se pudo saber que se superó la barrera de los cuatro millones de personas refugiadas, mayoritariamente mujeres, niños y personas mayores, según las estadísticas que actualiza diariamente la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

La organización ya predijo al inicio de la invasión rusa que se alcanzaría esta cifra, convirtiéndose en el éxodo mayor en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial: casi uno de cada diez ucranianos ha dejado su país en nada más un mes. Más de la mitad de estos refugiados llegaron a la vecina Polonia, que acoge a unos 2,3 millones de ucranianos, mientras que en torno a 600.000 se encuentran en Rumania, donde miles de ellos pasaron antes por Moldavia. Polonia, además, se ha convertido en una estación de paso para aquellas personas que atraviesan la frontera entre los dos países y des de allí viajan hasta su destino.

Ante la gran afluencia de refugiados hacía Ucrania en las últimas horas, la Comisión Europea ha insistido en las últimas horas en la necesidad de que los 27 "incentiven" que los refugiados ucranianos salgan de Polonia para ir hacía otros estados miembros, con la intención de evitar el colapso de los sistemas de los territorios fronterizos. La eurocomisaria de Asuntos Internos, Ylva Johansson, ha afirmado que la capacidad de los sistemas de estos países es un tema urgente y que el reto consiste en "convencer" a las personas de que huyen del conflicto para que se dirijan a diferentes países, también el Reino Unido, los Estados Unidos y el Canadá.

La Fira de Barcelona, desbordada

Refugiados ucranianos denunciaron el colapso de Fira de Barcelona, a la vez que han pedido a las instituciones "un esfuerzo" por agilizar los trámites de acogida. Lo hicieron en una nueva concentración contra la invasión rusa celebrada este domingo al mediodía en plaza Catalunya, donde la Guardia Urbana ha contado a unas 300 personas. En la movilización, el activista Ostap Petruschak se dirigieron a los medios de comunicación para explicar que hay que coordinarlo todo de forma más eficiente. Aunque reconoció que se está haciendo un "esfuerzo sobrehumano" por gestionar la acogida de refugiados, ha asegurado que otros países como Polonia están recibiendo a muchas más personas y "lo están solucionando muy bien".

Al ser preguntado por las dificultades para pedir cita para tramitar la protección temporal en Feria Barcelona, Petrushchak criticó que la gente tiene que esperar tres y cuatro horas para que les respondan el teléfono porque está totalmente "colapsado". Además, lamentó que se da hora para "mucho más adelante". Delante de eso, hizo un llamamiento al ayuntamiento y a los gobiernos catalán y español a trabajar para agilizarlo. Por su parte, ahora hace un mes que la comunidad ucraniana se empezó a movilizar contra la invasión Rusa. El activista y portavoz del colectivo ha hecho un "balance positivo" de estas semanas y ha afirmado que "la respuesta de la sociedad catalana ha estado muy amplia". "Notamos que la gente está con nosotros", ha concluido añadiendo que todavía "no se ha hecho lo bastante a escala política". "La Unión Europea puede hacer más para acabar con este conflicto mucho más bien", ha reflexionado