A principios de septiembre, Vladímir Putin, se reunió personalmente con Xi Jinping y Narendra Modi, cuando los tres líderes mundiales asistieron a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. Por primera vez, Putin admitió que tenía preguntas y preocupaciones sobre la guerra a Ucrania. Y también Modi le recordó a Putin que la época actual "no es de guerra".
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Y es que la India había tenido una política de ir haciendo, mirar hacia el otro lado y evitar críticas públicas. Y China sí que había dado apoyo abiertamente a Rusia. Durante la cumbre, Modi destacó la importancia entre la India y Rusia y China destacó que la relación era "estable".
La orden internacional, en juego
Hasta ahora, los dos países han querido demostrar cierta simpatía a Putin y su guerra en Ucrania. En este contexto, han evitado pronunciarse negativamente. Sin embargo, todo tiene secretos. Los dos países dependen de Rusia con respecto a la defensa y a los recursos energéticos. Hay más. Según un artículo del The Washington Post, China e India comparten con Rusia un estatus de segundo nivel en el orden mundial. Un hecho que, evidentemente, no les hace nada de gracia.
La guerra, sin embargo, también ha trastocado las economías. El conflicto ha afectado al precio de los alimentos y también su stock, pero también el de la energía. Han subido los precios del petróleo y también de bienes y servicios en India y China. También afectaría al hecho que Rusia, por ejemplo, colapse.
Lo que está llevando a cabo Rusia, tal como señala este mismo artículo, ha cambiado principios internacionales como, por ejemplo, la soberanía, la integridad del territorio y la autodeterminación. También Rusia ha anunciado que podría retirarse de la Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial de la Salud, instituciones que, a su tiempo, son fundamentales para la orden internacional.
China e India no quieren perder poder
Pero claro está. Las potencias emergentes tampoco quieren caer más abajo. Esta es la teoría que soporta al autor del artículo en el The Washington Post. Es decir, India y China podrían dar a Putin un apoyo volátil porque también quieren ser reconocidos mundialmente y tener un estatus elevado en política internacional. Los dos países buscarían ahora ser más influyentes y oportunidades de liderazgo.
Al final, pero estos países no han creado el orden internacional actual y en consecuencia, tal como expone al autor, tienen pocos incentivos para defender normas e instituciones que no han creado y sobre las que se sienten poco propietarios.
La difícil posición de India
El gobierno de Narendra Modi "ha intentado durante años conseguir un equilibrio entre sus vínculos con el Kremlin y mantener el estatus de India como la democracia mayor del mundo", destacaba en un artículo el diario The Times del mes de marzo. Pero también busca relaciones más cálidas con los Estados Unidos. Una posición complicada contentar las dos partes, teniendo en cuenta la distancia entre ambas superpotencias. Como ya se ha descrito, India quiere ganar y no perder. Durante los primeros días que Putin dio la orden para empezar la invasión de Ucrania, muchos usuarios de las redes sociales indias recurrieron a internet para dar apoyo al ataque. De hecho, se popularizó el mensaje #IstandwithPutin (voy con Putin), tal como recogía el portal The Week. "Los hashtags #IstandwithPutin y #IstandwithRussia han sido tendencia a Twitter", destaca el The Times. Y además, destacaba el mensaje "el hombre está luchando por su país y para la destrucción del monopolio de los EE.UU. y países occidentales".
El inquietante silencio de India sobre la invasión rusa de Ucrania
Todo es más complejo de lo que parece. El diario The Indian Express constataba también hace unos meses que la abstención o el silencio "sirve como un acto de equilibrio para mantener amigos y socios de los dos lados". Las dudas de la India no eran nuevas entonces ni lo son ahora. Jawaharlal Nehru, primer ministro de 1947 en 1964, también se encontró en este papel durante la guerra fría. Entonces, la elección era entre los EE.UU. y la Unión Soviética. Modi tiene una situación similar. Nehru se mantuvo neutral. Tradicionalmente, los gobiernos indios se han mantenido al margen, con una política exterior independiente, constata The Week.
El diario The Times recordaba que India ha tenido vínculos estrechos con Moscú durante décadas. "Su ejército depende de Rusia para, aproximadamente, la mitad de sus suministros de defensa, que considera vitales para contrarrestar las amenazas fronterizas de China y Pakistán". Pero los apoyos son mutuos. Moscú también ha dado apoyo a la india durante numerosas crisis extranjeras. Sobre todo, para evitar la intervención de la ONU en la disputa entre Pakistán sobre la Cachemira.