China ha prometido "luchar hasta el final" después de que el presidente norteamericano, Donald Trump, haya escalado su guerra comercial duplicando los aranceles a todas las importaciones chinas hasta el 20%. Pekín ha reaccionado contra los impuestos de Trump imponiendo aranceles de represalia de hasta un 15% en productos norteamericanos seleccionados, ampliando los controles de exportación a una docena de empresas norteamericanas y presentando una demanda ante la Organización Mundial del Comercio. También ha enviado una severa advertencia a la administración Trump: el pueblo chino nunca se inclinará ante "la hegemonía o el acoso".
"La presión, la coacción y las amenazas no son las maneras adecuadas de relacionarse con China. Intentar ejercer la máxima presión sobre China es un error de cálculo y un error", ha dicho Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, en una conferencia de prensa regular martes por la tarde. "Si los EE.UU. insisten en hacer una guerra arancelaria, comercial o cualquier otro tipo de guerra, China luchará hasta el final".
Una avalancha de medidas de represalia e intercambios se ha producido cuando el líder chino Xi Jinping se prepara para celebrar una reunión política importante diseñada para proyectar la confianza en la capacidad de su país para mantener el rumbo y resistir los vientos externos. A medida que miles de delegados se reúnen en la capital china para la reunión anual de "dos sesiones" del país, Xi y sus funcionarios están dispuestos a utilizar el espectáculo altamente coreografiado para transmitir a China como gran potencia que avanza constantemente su habilidad tecnológica y el ascenso global.
Rivalidad creciente entre las dos potencias
Esta rivalidad creciente entre las dos potencias estará en el punto de mira el miércoles por la mañana en Pekín. Será entonces cuando el primer discurso de Trump en el Congreso coincida aproximadamente con un discurso parecido al estado de la unión pronunciado por el segundo funcionario de China, Li Qiang, en la reunión de apertura del Congreso Nacional del Pueblo (NPC), que ya tomó decisiones cerradas. Allí, se espera que Li anuncie los objetivos anuales de crecimiento económico y gasto militar de China y explique cómo Pekín tiene previsto continuar su crecimiento económico y la transformación en una potencia tecnológica delante de la presión creciente de los Estados Unidos.
Se prevé que Li anuncie los objetivos anuales de China en materia de crecimiento económico y gasto militar, y explique cómo Pekín planea continuar su crecimiento económico y su transformación en una potencia tecnológica delante de la presión creciente de los Estados Unidos. A pesar de los retos, no se esperan sorpresas políticas ni cambios radicales en las reuniones del APN y del órgano asesor más alto del país, que durarán aproximadamente una semana. El poder real de decisión está en el Partido Comunista Chino, con Xi como el líder más poderoso del partido en décadas. El aumento de los aranceles y la posible imposición de más controles económicos y tecnológicos proyectan una sombra larga sobre las sesiones de China, que los observadores seguirán para ver cómo Pekín afronta las dificultades económicas. Se prevé que Pekín mantenga las estrategias de sus líderes para impulsar la innovación, la industria y la autosuficiencia, todo mientras proyecta una imagen de continuidad. Xi dijo que hace falta "enfrentar las dificultades de frente y fortalecer la confianza" ante los retos externos, según el diario del Partido Comunista Qiushi.
China quiere pasar por delante de los EE.UU.
Se espera que los líderes chinos sigan dando prioridad a la inversión en innovación y a conseguir que la segunda economía mayor del mundo sea autosuficiente en alta tecnología. Xi y sus cuadros consideran que los chips de alta tecnología, la computación cuántica, la robótica y la inteligencia artificial son fundamentales para impulsar el crecimiento económico y modernizar la industria manufacturera china.
El mes pasado, Washington ha expuesto que estaba considerando ampliar las restricciones a la inversión norteamericana en tecnologías sensibles a China y que seguiría restringiendo la inversión china en sectores norteamericanos estratégicos. Pero no todo es presión negativa, destacaba Li, ya que China "ve una oportunidad de reemplazar los Estados Unidos en algunas partes del orden mundial".
"China puede pensar que a causa del éxito de DeepSeek puede ser líder en inteligencia artificial global por encima de los Estados Unidos, o de manera similar en áreas como el cambio climático, donde los vehículos eléctricos podrían ser la política distintiva de China para resolver el problema del cambio climático", insistía. Los observadores también estarán observando de cerca qué medidas puede adoptar Beijing para dar curso a la industria privada con el fin de promover la innovación, mientras se prepara para la posibilidad de más restricciones por parte de los Estados Unidos.