China insistió la semana pasada en que los lazos crecientes entre Pyongyang y Moscú no eran su preocupación, después de que los Estados Unidos advirtiera que hasta 8.000 soldados norcoreanos han llegado a la región fronteriza de Rusia entrenados y preparados para el combate con Ucrania. "Corea del Norte y Rusia son dos estados soberanos independientes. Como desarrollan las relaciones bilaterales es cuestión suya", ha dicho el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín, Lin Jian. Buscando ventajas en su contundente invasión de Ucrania, el presidente Vladímir Putin ha llevado tropas y material militar de Corea del Norte, la primera vez que Rusia ha invitado fuerzas extranjeras dentro de sus fronteras, en más de un siglo.
Citando la inteligencia norteamericana, el secretario de Estado Antony Blinken dijo que unos 8.000 de los 10.000 soldados norcoreanos que se cree que se encuentran en Rusia han llegado a la región fronteriza de Kursk. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha denunciado lo que calificó de inacción de sus aliados a las tropas de Corea del Norte y se ha dicho sorprendido por el "silencio" de China. En respuesta, Pekín dijo que "desconoce la situación específica de intercambio y cooperación bilateral entre Corea del Norte y Rusia". "La posición de la China de esperar que varias partes promuevan un alivio de la situación y trabajen para una solución política a la crisis de Ucrania no ha cambiado", dijo Lin.
"China busca una relación con un nivel de control razonable y elevado sobre Corea del Norte", afirmaba Christopher Green, analista del International Crisis Group, en la BBC. "Y la relación de Corea del Norte con Rusia amenaza con socavarla". Si el líder chino Xi Jinping no consigue modelar la alianza Putin-Kim para adaptarla a sus intereses, China podría quedar atrapada en el medio mientras crecen la ira y la ansiedad en Occidente. Cada vez parece más que los aliados de China están quedando fuera de su control. Pekín, el socio principal de la tríada, pretende ser el líder estable de un nuevo orden mundial que no esté liderado por los Estados Unidos, pero eso es difícil de conseguir cuando un aliado ha iniciado una guerra en Europa y otro está acusado ayudar a la invasión. "China no está contenta con el rumbo que están tomando las cosas", destacaba Green en el mismo portal, "pero está intentando mantener su descontento relativamente en silencio". Sin duda es un tema delicado para Pekín, teniendo en cuenta la respuesta a nuestra presencia en la ciudad fronteriza, donde parece que los turistas son bienvenidos, pero los periodistas no.
Corea del Norte y la amistad con Putin
Corea del Sur está preocupada porque el que hasta ahora, la guerra entre Rusia y Ucrania, era considerada como conflicto europeo. Ahora bien, si Corea del Norte envía soldados, pasará a ser un conflicto asiático también, destaca un artículo del The Guardian. A cambio de armas y tropas, Pyongyang obtendrá dinero en efectivo, muy necesario, y posiblemente conocimientos técnicos rusos sobre misiles balísticos intercontinentales y submarinos: actualizaciones de hardware que intensificarían dramáticamente la amenaza que Corea del Norte ya plantea a sus vecinos. En Seúl se siguen de cerca los acontecimientos que tienen lugar en Ucrania. "El despliegue de tropas de Corea del Norte señaló que la guerra en Ucrania ya no es un conflicto que tiene poco que ver con Corea del Sur", habría destacado el Korea Times en un editorial y destaca el mismo diario.
El presidente ruso, Vladímir Putin, defendió a la rueda de prensa posterior a la cumbre de los BRICS que ha tenido lugar durante dos días en Kazán, el tratado de asistencia militar mutua en caso de agresión suscrito con Corea del Norte. Ahora bien, no confirmó el despliegue de tropas norcoreanas para enviarlo a Ucrania, como denuncian Seúl y los Estados Unidos. "Las imágenes (de satélite) son cosa seria. Si existen estas imágenes, es que hay alguna cosa", dijo de manera enigmática Putin a la rueda de prensa. La OTAN también se ha sumado este mismo jueves a Corea del Sur y a los Estados Unidos a la hora de denunciar la llegada de soldados norcoreanos en territorio ruso.
Los primeros soldados norcoreanos hace días que llegaron al frente de la guerra a la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania y donde las tropas ucranianas ocupan parte del territorio después de la incursión el agosto pasado, ha asegurado este jueves la inteligencia militar ucraniana, GUR. "Las primeras unidades del ejército de la República Popular Democrática de Corea, entrenadas en los campos de entrenamiento del este de Rusia, ya han llegado a la zona de combate de la guerra ruso-ucraniana. En concreto, el 23 de octubre se registró su aparición en la región rusa de Kursk", destacó hace unos días el GUR en su canal de Telegram y recogía Efe.
¿Podría cambiar la dinámica del conflicto?
Es demasiado pronto para decir cómo esta nueva alianza entre Rusia y Corea del Norte cambiará la dinámica del conflicto. El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Rusia los había estado entrenando para utilizar artillería, drones y "operaciones básicas de infantería, incluida la limpieza de trincheras, cosa que indica que tienen la plena intención de utilizar estas fuerzas en operaciones de primera línea". Ahora bien, ninguno de los jóvenes reclutados por Kim Jong-un, que cuenta con un millón de efectivos y es el "más fuerte del mundo", según Kim, ha entrado en combate. Y lucharán en territorio desconocido, con armas nuevas y con uniformes que enarbolan la bandera de un país del cual saben muy poco: Rusia.
Si bien su llegada alivia la presión sobre Rusia para que reclute más de sus propios ciudadanos (Estados Unidos estima que más de 500.000 rusos han muerto o resultado heridos, desde que empezó la guerra en febrero del 2022), los expertos creen que los dividendos militares para el Kremlin serán limitados. Los pilotos norcoreanos volaron durante la guerra de Vietnam, y el país proporcionó asesores militares y personal de la fuerza aérea en Egipto durante la Guerra del Yom Kippur en 1973, así como ayuda militar en Siria. Pero Corea del Norte no ha combatido en una guerra importante desde principios de la década de 1950, cuando un conflicto de tres años entre el Norte y el Sur acabó en una tregua incómoda, pero no en un tratado de paz.